México: Rubí cumple 15 años en multitudinaria celebración
Rubí Ibarra, falda fucsia, corpiño bordado y una brillante diadema, no podía ocultar su angustia sin poder apenas caminar mientras su familia la abría paso entre decenas de fotógrafos
Rubí Ibarra, con un pomposo vestido de falda fucsia y corpiño bordado y una brillante diadema, no podía ocultar su angustia, apenas podía caminar, mientras su familia le abría paso entre decenas de fotógrafos que querían inmortalizar su llegada a la misa con motivo de sus 15 años, en un llano entre las montañas del centro de México.
La tradicional fiesta que enloquece a las adolescentes mexicanas convertidas en princesas por un día, y en la que las familias suelen gastar muchas veces hasta lo que no tienen, se convirtió el lunes para esta hija de rancheros en un fenómeno viral al que millones de personas respondieron en las redes sociales y que atrajo a cientos de curiosos y periodistas que retransmitían el evento al mundo entero.
Todo comenzó con un video subido a internet a comienzos de diciembre.
"Habrá una chiva, que creo que es de 10.000 pesos el primer lugar, y ya los otros dos, por allí nos acomodamos", decía Crescencio Ibarra, el padre de Rubí, con orgullo. "Quedan todos cordialmente invitados".
Tal vez fue la brillante diadema de la niña y su vestido de imitación leopardo, o el sombrero de vaquero de su papá y su descripción vacilante de "la chiva", una bolsa de 10.000 pesos (500 dólares) para el primer lugar en la carrera de caballos que coronaría la fiesta. Sea como fuere el vídeo se hizo viral y desencadenó un gran operativo logístico, mediático y de seguridad en varios puntos en torno a la comunidad de La Joya, donde era la fiesta, en el estado de San Luis Potosí.
"Mi esposo hizo la invitación, pero a las regiones vecinas, y no sé qué medio lo copió, y lo subió p'arriba (a internet) y se hizo como, no sé, una invitación a todo el mundo", explicaba días antes a una televisión local la madre, Anaelda García.
Solo unas 300 personas habían acudido a la cita por la mañana, cuando tuvo lugar la misa, pero por la tarde el número se multiplicó y al caer la noche los coches atascaban la entrada a la comunidad con lo que los asistentes pudieron superar los 10.000 y el ambiente era el de un gran concierto de rock.
Había rancheros del lugar, curiosos hasta de Luisiana, Estados Unidos, que estaban de vacaciones en México o motociclistas que llegaron de Ciudad de México en sus Harley-Davidson "a pasear" mientras las televisoras incluso las internacionales buscaban a los artífices del gran pastel o entrevistaban al maquillador o al coreógrafo de la quinceañera para no perderse un detalle del festejo que durante varias semanas dio lugar a "memes" irónicos, promociones especiales de empresas grandes y pequeñas incluidas algunas falsas y felicitaciones de famosos y políticos.
"Bienvenidos a mi fiesta de XV años", decía un gigantesco cartel con la foto de la niña en la explanada donde se habían instalado carpas, mesas decoradas en rosa, fucsia y blanco, junto a casetas de baños públicos, instalados para la ocasión. Las vías de acceso a la comunidad, una zona de rancherías y donde también hay una destilería de mezcal, se llenaron de coches y autobuses mientras la policía estatal se encargaba de las labores de seguridad y la Cruz Roja o Protección Civil estaban en alerta ante cualquier incidente.
El portavoz de la comunidad, Jorge Gómez, dijo que las autoridades esperaban de 20.000 a 60.000 personas, sobre todo a la carrera de caballos y la fiesta que tendría lugar por la noche, donde tocarían varias bandas, y que se convirtió en la macrofiesta gratuita que se había anticipado.
Los vecinos del lugar no dejaban de sorprenderse por la gran atención que acaparó la fiesta y confiaban en que, a la larga, se tradujera en mejoras para la comunidad, como que llegara la señal de telefonía celular.
"Para nosotros no es negocio", decía Rutilio Ibarra. "Más que nada (es) para darse a conocer, para poner la mira aquí (...) que hay mucho desempleo".
Sin embargo hay quien no desperdiciaba el momento para vender sus productos, desde tarjetas para conexión wi-fi hasta adelgazantes, mientras algunos declaraban, alto y claro, lo que esperaban de la fiesta: "Vengo a ver si me regalan un vestido para mi nieta que cumple quince años el próximo mayo", dijo Victoriano Obregón, que llegaba del norteño estado de Coahuila.
"Lo de Rubí ha sido un fenómeno interesante de cómo internet amplifica e hipertransparenta la vida privada y de cómo los medios tradicionales buscan historias en las redes sociales para atrapar a un nuevo público" que se ha alejado de ellos, explicó Sergio Octavio Contreras, profesor de comunicación de la Universidad La Salle-Bajío.
Para José Antonio Sosa, experto en redes sociales y consultor político de la Universidad Iberoamericana, el evento refleja por un lado el interés de la sociedad por consumir contenidos más ligeros harta de crisis económica y violencia y por otro el afán comercial de los medios.
"Puede que algunos operadores políticos intentaran también utilizarlo para desviar la atención pero que no haya sido tan masivo como se esperaba demuestra que no pueden ocultar los problemas de los mexicanos", concluyó.
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La periodista de AP María Verza contribuyó a esta nota desde Ciudad de México.