Las enseñanzas que deja la ola de denuncias de acoso sexual

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Las enseñanzas que deja la ola de denuncias de acoso sexual
Foto tomada el 8 de enero del 2017 de Harvey Weinstein en un evento en Beverly Hills, California. La ola de denuncias de acoso sexual generada por el productor cinematográfico ofrece a los padres la oportunidad de tener conversaciones francas sobre el tema con sus hijos. (Photo by Chris Pizzello/Invision/AP, File)

NUEVA YORK (AP) Kenna Cook es profesora de educación sexual y se siente en su elemento cuando instruye a sus hijos de cuatro a siete años sobre la importancia del consentimiento en las relaciones sexuales y de ser los dueños de sus cuerpos.

Cuando comenzaron las denuncias de acoso de Harvey Weinstein, se sentó nuevamente con ellos a hablar del tema.

Les dije que ha habido gente en mi vida, hombre y mujeres, que no escucharon cuando les dije que yo era dueña de mi cuerpo, comentó Cook, quien vive en Sacramento, California. No me trataron bien y no respetaron mis palabras. Hablamos de la cantidad de mujeres y niñas que han sido lastimadas por hombres y muchachos.

En medio de la actual avalancha de denuncias de acoso sexual en Hollywood y otros ámbitos, padres como Cook aprovechan la situación para enseñarles algunas cosas a sus hijos.

Les decimos que siempre pregunten antes de tocar a alguien, sin importar de quién se trate ni cómo respondió ayer, y a esperar por un sí bien claro antes de dar una brazo o entablar algún contacto físico, indicó Cook. Les decimos que el sí puede llegar en la forma de una palabra o un gesto.

Martha Méndez-Baldwin, profesora adjunta de psicología en el Manhattan College de Nueva York, dice que los padres deben aprovechar esta ocasión para abrir canales de comunicación con sus hijos.

Los padres deben hablar con sus hijos pequeños sobre la diferencia entre un contacto físico aceptable y uno inapropiado. Deben alentarlos a que digan que no si alguien, incluido un adulto en el que confían, se pasa de la raya, expresó Méndez-Baldwin.

Agregó que los padres deben asimismo destacar que, si pasa algo, no es culpa de ellos y hacen lo indicado al reportar lo sucedido, que eso no es ser un soplón.

Kevin Wattles, de Simi Valley, California abogado y vicepresidente de la organización sin fines de lucro Because I Love You (Porque te quiero), que organiza grupos de apoyo a la juventud y a los padres, afirma que es imperativo que nuestros hijos sepan que los escuchamos y que nos interesa lo que sucede en sus vidas.

Qué pasó recientemente que los hizo felices y qué sucedió que les molestó o los confundió, señaló. Tratar de estar a su lado solo en los grandes momentos o cuando ocurre una tragedia no basta.

Karen Soren, profesora de pediatría en el Centro Médico de la Universidad de Columbia en Nueva York dijo que los padres no deben escaparle al tema de las denuncias desatadas por el comportamiento del productor de cine Harvey Weinstein, acusado por decenas de mujeres de haberlas acosado o agredido sexualmente.

El caso de Weinstein y el movimiento de me too (yo también) revelan el alcance del abuso y el acoso sexual de las mujeres en todo el mundo, declaró Soren. Los padres pueden pensar que son temas para adultos. Pero los chicos de todas las edades y los géneros escuchan hablar de esto en la escuela, en las plazas y en las redes sociales. Es importante hablar con ellos de esto abiertamente.

Jill Emanuele, directora del Centro de Trastornos del Comportamiento del Child Mind Institute de Nueva York, dice que los padres tienen que resolver primero las experiencias que pueden haber tenido en ese terreno.

John Crossman, empresario del mundo de bienes raíces de Orlando, Florida, tiene dos hijas, de 12 y 14 años. Cuando ambas llegaron a la pubertad, les dijo que no volvería a abrazarlas sin su consentimiento. Indicó que ellas le preguntaron si eso abarcaba también a su madre.

Les respondió que no. Desde entonces, las niñas son muy cariñosas con él.

Quería hacer hincapié en el hecho de que ellas controlan sus cuerpos, explicó Crossman. Lo que les dije fue que ningún hombre tiene derecho a colocar una mano en sus cuerpos, ni siquiera yo. Que soy su padre y siempre quiero abrazarlas, pero que no lo haré si ellas no quieren que yo las abrace.

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