Muertes de soldados rusos resaltan riesgo de guerra en Siria

Muertes de soldados rusos resaltan riesgo de guerra en Siria

WASHINGTON (AP) Es un escenario temido por muchos en la confusa guerra que se libra en varios frentes en Siria: Una confrontación en la que tropas estadounidenses, en respuesta a una provocación, maten a soldados o mercenarios rusos en un hacinado campo de batalla.

Reportes rusos difundidos el martes describen justo ese escenario, en el que un número desconocido de contratistas del ejército ruso murieron la semana pasada en una encarnizada contraofensiva estadounidense. Pero el secretario de Defensa Jim Mattis y otros funcionarios de Estados Unidos señalaron que no cuentan con información de víctimas, y el Kremlin no confirmó el fallecimiento de ningún ruso. Las autoridades estadounidenses también indicaron que el gobierno ruso no ha presentado una denuncia sobre el deceso de alguno de sus ciudadanos.

Lo que no está a discusión es la confusa y cambiante naturaleza de un campo de batalla en el que tropas de varios países se encuentran unas con otras, lo que incrementa la posibilidad de enfrentamientos violentos. Ya sean accidentales o intencionales, estos enfrentamientos conllevan el riesgo de arrastrar a Washington y Moscú a una situación que se ha evitado de manera cuidadosa incluso en los momentos más oscuros de su relación: que sus tropas entren en guerra directa entre sí.

Las fuerzas rusas respaldan al gobierno sirio en su guerra contra grupos opositores, algunos de los cuales cuentan con respaldo de Estados Unidos. Elementos de ambas partes luchan contra los últimos vestigios del grupo Estado Islámico en Siria. Y autoridades militares de Rusia y Estados Unidos mantienen contacto diario para evitar accidentes en el campo de batalla.

Fuera de toda duda está el cruento ataque estadounidense del 7 de febrero, lanzado en respuesta a lo que el Pentágono definió como una andanada de fuego de tanques y artillería por parte de varios cientos de combatientes pro régimen en la provincia de Deir el-Zour, una zona del este de siria en la que se han esparcido los últimos miembros del Estado Islámico entre los campos petroleros. El teniente general Jeffrey Harrigian, comandante de las fuerzas aéreas de Estados Unidos en Medio Oriente, dijo a la prensa que sus tropas respondieron con una gran variedad de ataques aéreos.

Durante más de tres horas, aviones de combate estadounidenses F-15E, bombarderos B-52, helicópteros de combate AC-130 y Apache, y drones Reaper dispararon contra las fuerzas hostiles en tierra, que de acuerdo a Harrigian, avanzaban cubiertos por el fuego de artillería, morteros, cohetes y tanques. La ofensiva aérea detuvo el avance de los atacantes y destruyó un número no especificado de piezas de artillería y tanques, indicó, pero no proporcionó un estimado de bajas ni un panorama general de los agresores.

Una vez que las fuerzas hostiles viraron al oeste y retrocedieron, cesamos el fuego, dijo Harrigian desde sus cuarteles en Catar en una conferencia telefónica con la prensa en el Pentágono.

En un segundo episodio, Estados Unidos destruyó el sábado un tanque T-72 de fabricación rusa después de que nos disparó en la misma zona de la provincia de Deir el-Zour, indicó Harrigian, quien añadió que no sabía quién operaba el tanque.

La prensa rusa indicó que los contratistas privados rusos eran parte de las fuerzas a favor del gobierno sirio que avanzaron en los campos petroleros de la provincia de Deir el-Zour que fueron agredidas por Estados Unidos. El reporte cita a activistas que aseguraron que el 7 de febrero murieron al menos cuatro ciudadanos rusos en Siria.

El Ministerio de Defensa de Rusia acusó que el incidente refleja el intento de Estados Unidos de controlar los activos económicos de Siria, escudándose en su combate al grupo Estado Islámico.

Sin hacer mención del ataque estadounidense, el ministro del Exterior ruso Sergey Lavrov dijo el martes que los estadounidenses han tomado peligrosas medidas unilaterales.

Esas medidas cada vez lucen más como esfuerzos por crear un cuasi estado en una gran parte del territorio sirio, desde la cuenca este del Río ufrates hasta la frontera con Irak, destacó.

La agencia noticiosa estatal Tass informó el martes que Natalya Krylova, una legisladora municipal de la población de Asbestos, en los Urales, indicó que los residentes locales Igor Kosoturov y Stanislav Matveyev murieron el 7 de febrero en Siria. La agencia de noticias Interfax reportó que un grupo Cosaco del extremo occidental de la región de Kaliningrado dijo que uno de sus miembros de nombre Vladimir Loginov murió en combate en la provincia de Deir el-Zour. Interfax también recabó declaraciones de Alexander Averin, el líder del grupo de extrema izquierda Otra Rusia, quien indicó que uno de sus activistas, Krill Ananyev, murió por el ataque estadounidense cerca de Khusham, en donde Estados Unidos indicó que llevó a cabo su contraofensiva.

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Isachenkov reportó desde Moscú. Los periodistas de Associated Press Deb Riechmann y Josh Lederman contribuyeron desde Washington y Lolita C. Baldor desde Bruselas.

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