Ibargüen, quien pensó en el retiro, se enfoca ahora en Tokio
BOGOTÁ (AP) — La campeona olímpica de salto triple Caterine Ibargüen cree ahora que fue una buena decisión no retirarse este año. Lejos de aquella idea, producto de la frustración, la colombiana tiene ahora dos retos específicos: el récord mundial en esa prueba y repetir en Tokio el éxito de Río de Janeiro.
Una derrota ante la venezolana Yulimar Rojas en el Campeonato Mundial disputado en Londres hizo que Ibargüen pensara en dejar el atletismo.
“Hubiera sido egoísta conmigo retirarme, y la visualización mía es estar en Tokio 2020, es mi compromiso con mi carrera, con el Comité (Olímpico Colombiano), y haber tomado esa decisión hubiera sido egoísta y por eso seguí”, dijo el lunes la saltadora, durante una conferencia de prensa realizada en Bogotá.
La estrella regresó a Colombia luego de asistir a la Gala de la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) en el Forum Grimaldo de Mónaco, en la cual fue proclamada Atleta del Año tras coronase campeona de saltos triple y largo en la Liga Diamante y en los Juegos Centroamericanos y del Caribe, como local en Barranquilla.
“Ser nombrada deportista (atleta) del año es un sueño. Somos muy pocos los de esta región los que podemos estar nominados. Era algo muy difícil”, indicó Ibargüen, quien aspiró a este honor en 2013, 2014, 2015 y 2016.
En 2017 no fue postulada luego que Rojas la venció en Londres.
La ucraniana Inessa Kravets ostenta la marca mundial desde 1995, con 15,50 metros. El mejor registro de Caterine es de 15,31 metros, alcanzado en Mónaco, en 2014.
“Lo primordial es estar en óptimas condiciones en el salto triple en los Juegos Olímpicos y después miraremos si podemos intentarlo en el salto largo. El compromiso con mi país y conmigo misma es hasta Tokio 2020”, manifestó.