A 40 años de revolución: Familia de Jomeini en las sombras

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A 40 años de revolución: Familia de Jomeini en las sombras
Mezquita dedicada al ayatola Ruhollah Jomeini en las afueras de Teherán, fotografiada el 19 de enero del 2019. Lejos de crear una dinastía, la familia del popular líder de la revolución iraní de hace 40 años no se ha involucrado en la política ni se ha enriquecido. (AP Photo/Ebrahim Noroozi)

TEHERÁN, Iran (AP) — Su imagen está en los billetes y en los textos escolares, un emblema de la revolución islámica de 1979 que derrocó al sha y abrió una nueva era en la política de Irán.

Pero, a diferencia de lo que sucede en otras naciones gobernadas por dinastías familiares, los hijos y nietos del ayatola Ruhollah Jomeini nunca incursionaron en la política.

Ello se debe en parte a las políticas que impuso Jomeini como líder supremo del país y a las suspicacias que generó el sistema implantado por él mismo, por más que su nombre siga siendo venerado.

“Ojalá hubiese vivido en la era de Jomeini”, declaró Mahboobeh Ramazani, de 27 años, que hace poco visitó una mezquita pegada a la casa del ayatola, convertida hoy en una atracción turística al norte de Teherán. “Sigue siendo mi favorito, nunca trató de beneficiarse él ni a su familia”.

Jomenini, quien falleció en 1989 a los 86 años, conserva vigencia en Irán. Su mausoleo con una cúpula dorada en el sur de Teherán es una de las primeras cosas que ve la gente cuando maneja desde el aeropuerto que lleva su nombre hasta la ciudad.

La propia CIA admitió en 1983 que sin él no habría habido una revolución en Irán. Sus sermones grabados circulaban por todo el país y sus llamados a apoyar a los pobres tuvieron mucho eco.

Su estilo era fiel a su prédica. Le gustaba decir que “el Islam es política”.

“Repetía las cosas, tenía un cierto ritmo, imágenes exageradas y chistes políticos punzantes con los que hacía llegar su mensaje. Se emocionaba”, dice un informe de la CIA. “Su tono monótono tenía un efecto hipnótico”.

Jomeini, no obstante, insistió en que su familia no se involucrase en la política.

Esto se debió en buena medida a las denuncias de corrupción que rodearon a la familia del sha Mohammad Reza Pahlavi, cuyos parientes se hicieron ricos gracias a contratos del gobierno y al erario público.

La familia del sha y la realeza eran considerados por la oposición una “oligarquía de mil familias”, que acaparaba puestos en el gobierno y empresas.

“No quiero que ninguno de mis parientes ingrese a la política”, dijo Jomeini en 1980 cuando uno de sus nietos apoyó al presidente liberal Abolhassan Banisadr. “Les ordeno, amparado en la sharia, que no se dediquen a la política”, señaló, aludiendo a las leyes islámicas.

Jomeini y su esposa Jadijeh Saghafi tuvieron cinco hijos y 15 nietos. Una hija, Zahra Mostafavi, tuvo militancia política, pero dijo en el 2006 que su padre le había pedido a ella y a otros familiares que “no se metan en la política mientras yo esté vivo”.

“Cuando murió, decidimos no involucrarnos” en política, agregó.

Posteriormente, no obstante, le escribió al líder supremo del momento, el ayatola Ali Hamenei, para protestar la decisión de prohibirle al influyente presidente Akbar Hashemi Rafsanjani postularse para las elecciones del 2013.

La familia de Jomeini, de todos modos, no estuvo alejada de la política demasiado tiempo en parte por los cambios que se fueron sucediendo en Irán. Una población cada vez más joven exigía empleos y tenían una perspectiva muy diferente a la de la generación de sus padres. Fue así que nació un movimiento reformista, que procura cambiar el gobierno desde adentro y darle más libertades políticas a la población.

Su nieta Zahra Eshraghi, cuyo esposo, Mohammad Reza Khatami, era hermano del presidente reformista Mohammad Khatami y fue vicepresidente del parlamento, trató de formar su propio partido político. Tanto ella como su marido intentaron postularse para el parlamento, pero fueron bloqueados por el Consejo de Guardianes de la constitución, que generalmente rechaza a los candidatos que proponen grandes reformas. Ese cuerpo bloqueó en el 2008 a otro nieto de Jomeini, Ali Eshraghi.

Un biznieto de Jomeini, entre tanto, ha ganado prominencia, en parte por su uso de Instagram. Ahmad Jomeini, un clérigo chiíta de 20 años, publica imágenes suyas con atuendos occidentales y el turbante negro que lo identifica como descendiente directo del profeta Mahoma.

También publica libremente imágenes de Jatami, que el estado ha prohibido, y del político reformista Mir-Hossein Mousavi, quien permanece bajo arresto domiciliario años después de encabezar el Movimiento Verde que surgió tras una cuestionada victoria electoral de Mahmoud Ahmadinejad en las elecciones presidenciales del 2009.

A su padre Hassan Jomeini, otro nieto del ayatola, se le prohibió postularse a la Asamblea de Expertos, que puede designar o destituir al líder supremo, en el 2016.

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Gambrell informó desde Dubai, Emiratos Árabes Unidos.

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