Hari Sama presenta 80s mexicanos sin pudor
CIUDAD DE MÉXICO (AP) — El director Hari Sama tenía muy clara la idea de los años 80 que buscaba retratar en su película “Esto no es Berlín”, acerca de un grupo de jóvenes artistas disfrutando de la escena nocturna clandestina en México.
“Yo quería que mis 80s fueran tal y como fueron y no una romantización de lo que fue”, dijo en una en entrevista telefónica reciente desde Los Angeles a propósito del estreno en Nueva York este fin de semana. La cinta, titulada en inglés “This Is Not Berlin”, llega el 23 de agosto a Los Ángeles y Miami.
Sama nació en la Ciudad de México en 1967, por lo que vivió su adolescencia en esas fiestas que retrata en la película.
“¡Estuve en todas!”, dijo sobre lo que lo motivó a retratar sus experiencias en una época que definió como “muy paradójica, muy estimulante, pero también muy dura”, pues alrededor de las manifestaciones de arte, creatividad y libertad también había drogas y sida, que en aquel entonces era una enfermedad mortal prácticamente intratable.
“A mi mejor amigo se lo llevó muy chiquito”, dijo.
En “Esto no es Berlín”, Carlos (Xabiani Ponce de León) y Gera (José Antonio Toledano) logran colarse a una fiesta en un bar tras arreglar el teclado de la banda de la hermana de Gera y quedan maravillados con el mundo nocturno que se les ha revelado.
Carlos conoce al artista Nico y a sus amigos LGBTQ, y así se da cuenta que lo que realmente quiere hacer es arte. En el caso de Sama, quien vivió una experiencia similar a la de Carlos, le tocó ver las primeras obras de importantes artistas mexicanos como Francis Alÿs, Gabriel Orozco, Damián Ortega y Rubén Ortiz cuando eran adolescentes.
“No era un movimiento como tal, eran muchos grupitos de chavitos que convergían en los lugares donde se podían hacer cosas, donde te podías ir de fiesta, donde podías exponer porque la verdad es que los jóvenes no tenían ningún lugar donde exponer”, dijo.
“Aquel grupo LGBTQ que yo conocí estaba encontrando su propia manera de decir soy gay en un mundo en el que eso no se permitía, y siendo artistas qué mejor manera que decirlo a través del arte”, agregó.
Sama es el apellido del director, Hari es su sobrenombre de toda la vida. El director, quien no reveló su nombre de pila, se identifica como queer después de haber tenido años de experimentación con su sexualidad en su juventud.
“Nunca me identifiqué con la masculinidad que se me ofreció cuando estaba creciendo”, dijo. “Intenté ser gay de todas las maneras posibles, pero no fui porque no soy... A mí me tocó como que salir del closet al revés”
En la película podemos ver instalaciones, performance, rock, punk y contracultura. Por momentos es como estar mirando un video experimental en un museo.
Pero todo esto contrasta con la vida en la escuela de Carlos y Gera, donde sus amigos organizan golpizas por diversión, así como el ambiente pesado en las casas de los dos, especialmente en la de Carlos, donde su madre, interpretada por la actriz nominada al Oscar por “Roma”, Marina de Tavira, lo empuja a convertirse en un adulto por su falta de atención al estar sumida en una depresión.
“Me encanta lo que hace Marina en la película”, dijo Sama. “Es una paradoja porque claro, parece un personaje muy pequeño para alguien como Marina, pero en realidad es un personaje importantísimo que detona un montón de cosas”.
La fortaleza de la actriz queda de manifiesto en una escena en la que está lavando platos, en la que, sin diálogos, logra conmover al público y transmitir el dolor que lleva sobre sus espaldas.
“A mí esa escena me gusta muchísimo”, dijo Sama. “Siento que toca unos niveles de profundidad que me interesaba mucho lograr”.
Carlos se adentra más y más en el arte, hasta participar en un importante performance contra la Copa Mundial de Fútbol, que se celebró en México en 1986. En el performance una de las referencias más fuertes es el 68, año en el que el ejército mexicano asesinó a estudiantes en una manifestación, el 86 es para Carlos y sus amigos el 68 al revés.
“Nosotros seguíamos viviendo un poco las consecuencias de eso, había una especie de continuidad de lo que había ocurrido en el 68 hasta los 80”, dijo Sama, para quien el gobierno del Partido Revolucionario Institucional (PRI) --que mantuvo el poder en México por más de 70 años-- en la época era “la verdadera dictadura”.
“Lo que estaban diciendo (en los 80) es que no hemos cambiado nada, no nos hemos ocupado de cambiar lo que había que cambiar, seguimos siendo los mismos que en el 68 y seguimos no hablando de los horrores que siguen ocurriendo”, dijo.
La película tuvo su estreno mundial en Sundance a comienzos de año. A finales de 2019 se estrenará en México y esperan presentarla en el Festival Internacional de Cine de Morelia, que se celebrará en octubre, donde el año pasado recibieron el apoyo del programa Impulso Morelia para obras en montaje y postproducción.