Macri pide “paz y encuentro” en momentos de incertidumbre
BUENOS AIRES (AP) — El presidente argentino Mauricio Macri instó el jueves al principal candidato presidencial de la oposición a lograr un clima de concordia que ayude a reducir la inestabilidad económica y el nerviosismo en los mercados, que se han agudizado en los meses previos a las elecciones de octubre.
"Tenemos 59 días antes de llegar a las elecciones y que transcurran de la mejor manera es mi responsabilidad, pero nunca depende sólo de un gobierno", dijo Macri, que tiene pocas probabilidades de ser reelegido el 27 de octubre ante el candidato favorito, Alberto Fernández, quien va acompañado en la fórmula por la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015).
Pocas horas después, su rival -a quien los mercados ven como casi seguro ganador- ironizó sobre el pedido de Macri al señalar a periodistas que el gobernante “debe estar contando los días”.
Fernández también dijo a su salida de un encuentro con dirigentes de asociaciones agropecuarias que no iba a opinar sobre las medidas anunciadas la víspera por el Ejecutivo para postergar los vencimientos de deuda, con las que busca despejar las dudas sobre la posibilidad de que el país incurra en un default.
"Hemos dejado atrás los desencuentros y hemos decidido trabajar entre todos para poner de pie a la Argentina", señaló el opositor en Twitter sobre su reunión con los ruralistas.
Según Macri, un conservador que llegó al poder en 2015, las nuevas medidas contribuirán a “reducir el riesgo" y evitar la volatilidad cambiaria. Mientras, todos los actores políticos con “liderazgo” deben contribuir a lograr la estabilidad “en un clima de paz y de encuentro", subrayó.
La devaluación del peso se profundizó en los últimos días en medio de los crecientes desencuentros entre Macri y Fernández sobre el origen y cómo abordar la crisis económica, el temor a que el Fondo Monetario Internacional no desembolse una nueva partida del préstamo concedido a Argentina en 2018 por más de 56.000 millones de dólares y que el país incurra en un cese de pagos.
Poco después de las declaraciones presidenciales, la moneda nacional se devaluaba para recuperarse posteriormente y cerrar a 60 pesos, igual que la víspera, según el estatal Banco de la Nación Argentina. En tanto, el índice Merval, que reúne a las acciones líderes que cotizan en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, cayó 5,7%.
El riesgo país, un índice elaborado por banco de inversión J.P. Morgan que mide la capacidad de cumplimiento de un país, superaba los 2.200 puntos, una mala señal de los inversores un día después de que el gobierno lanzara un plan para su deuda.
El ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, anunció el miércoles que postergará el pago de la deuda con acreedores privados y propondrá al FMI una medida similar para la devolución del préstamo con el fin de darle al Banco Central mayor disponibilidad de reservas para intervenir en el mercado de cambios y evitar así la depreciación del peso, que ha acelerado la inflación.
El gobierno buscará el aval del Congreso para una extensión voluntaria de plazos de deuda bajo jurisdicción local sin quita de capital ni de intereses, pero el apoyo no está asegurado por las reticencias de las filas opositoras, que afirman que las medidas son tardías.
En el caso de los bonos bajo legislación extranjera con vencimientos en ese mismo periodo, se convocará a los bancos para que acerquen propuestas a los inversores.
El triunfo de Fernández en las primarias del 11 de agosto por más de 15 puntos sobre Macri generó un clima de inestabilidad económica e incertidumbre política ante la percepción del mercado de que el presidente ha quedado debilitado y puede ser reemplazado por un kirchnerista que podría replicar las políticas populistas de Fernández de Kirchner.
Fernández se impuso en las primarias con 49,49% de los votos sobre 32,94% de Macri, de acuerdo al escrutinio definitivo difundido el jueves. El resultado sacudió al mercado generando una depreciación del peso de más del 30% en un contexto de recesión, un recalentamiento de la inflación -que podría superar el 50% este año- y una caída de los bonos y activos argentinos.
El gobierno acusa al kirchnerismo de buscar el debilitamiento del Ejecutivo para, una vez en el poder, lograr una mejora a partir de una realidad económica muy deteriorada.
Fernández -quien se desempeñó como jefe de gabinete en el primer mandato de la expresidenta- le pidió a Macri que “no busque culpables fuera de su propio gobierno".
El opositor se reunió el lunes con técnicos del FMI de visita en Argentina para analizar la situación. Luego del encuentro, un comunicado del espacio político que encabeza señaló que el Fondo y el gobierno son responsables de la crisis y deben “revertir la catástrofe social”.
En el mercado subyace el temor de que el FMI postergue el desembolso de unos 5.400 millones de dólares que el gobierno espera obtener a mediados de septiembre.
El Fondo indicó que sus técnicos están analizando las medidas anunciadas por Lacunza y que “comprende” que apuntan a “abordar las necesidades de liquidez y salvaguardar las reservas”.