Éxito de Nacionales y Astros revive interés por abridores
SCOTTSDALE, Arizona, EE.UU. (AP) — Washington fue contra la tendencia en el béisbol, que privilegia los bullpens abultados. Los Nacionales dedicaron el 39% de su gasto por concepto de nómina en tres abridores: Max Scherzer, Stephen Strasburg y Patrick Corbin.
Ese trío estelar condujo a la franquicia al primer título de la Serie Mundial en sus 51 años de historia.
Los Astros de Houston se quedaron a una victoria de lo que hubiera sido su segundo campeonato en tres campañas, gracias a una rotación encabezada por Gerrit Cole Justin Verlander y Zack Greinke.
En un deporte donde los equipos suelen imitar las fórmulas exitosas, ¿recuperarán los abridores la prominencia dentro de las mayores?
“Es mi pregunta favorita en todas las reuniones de gerentes generales. Es la narrativa del que ganó la Serie Mundial”, comentó el martes Andrew Friedman, presidente de operaciones deportivas de los Dodgers de Los Ángeles. “Pienso que, si miran a los campeones de la Serie Mundial en los últimos cinco o 10 años, todos son grandes equipos y llegaron ahí en formas algo distintas”.
Los abridores promediaron 5,2 innings de labor este año, la cifra más baja desde 1925, cuando comenzaron a divulgarse las cifras de baseballreference. El promedio fue de entre 5,8 y 6,1 entradas en cada campaña, desde 1993 hasta 2015, pero ha caído por cinco temporadas consecutivas.
Los Mets de Nueva York y los Nacionales fueron líderes, con un promedio de 5,8 entradas este año, seguidos por Cleveland con 5,7 y Houston con 5,6.
“Si la gente nos va a imitar, debemos estar haciendo algo bien”, consideró el gerente general de Washington, Mike Rizzo. “El pitcheo abridor ha sido nuestra filosofía. Ojalá que continuemos utilizando esa fórmula para el éxito sostenido”.
Cole y Strasburg están en el mercado de agentes libres, junto con Zack Wheeler, Madison Bumgarner, Hyun-Jin Ryu y Jake Odorizzi. Cole, derecho de 29 años que ostenta una foja de 35-10 durante las últimas dos temporadas, obtendría un contrato sin precedente para un pitcher, superando el que suscribió David Price por 217 millones de dólares y siete años con Boston antes de la campaña de 2016, y el salario promedio de Verlander, de 31,33 millones de dólares, bajo un acuerdo por tres años con los Astros, vigente desde 2019.
Jeff Luhnow, gerente general de Houston, describió los abridores de elite como los millonarios hablan de yates de lujo.
“Son difíciles de adquirir y de conservar. Y no hay tantos por ahí”, indicó.
Washington reclutó a Strasburg como la primera selección del draft amateur de 2009, y lo retuvo mediante un convenio por siete años y 175 millones de dólares, que el pitcher rescindió este mes, cuando restaban cuatro campañas y 100 millones. Scherzer firmó por siete temporadas y 210 millones de dólares, como agente libre antes de la campaña de 2015, y Corbin pactó por seis años y 140 millones en el mercado abierto, en diciembre.
Houston siguió una ruta distinta, adquiriendo sus ases en canjes y firmando después convenios de largo plazo. Verlander fue obtenido en un trueque con Detroit el 31 de agosto de 2017, por tres prospectos. En marzo, accedió a un contrato que añadió dos años y 66 millones hasta 2021.
Cole aterrizó procedente de Pittsburgh en enero de 2018, por cuatro peloteros, y tuvo dos años bajo control del club, que les costaron 20,25 millones de dólares a los Astros. Greinke arribó de Arizona en julio, antes de que venciera el plazo para realizar canjes, a cambio de cuatro prospectos.
Le costará a Houston casi 50 millones de dólares por dos temporadas y un tercio.
“En general, mientras más flexibilidad nos damos para el futuro, mejores vamos a ser como organización”, resaltó Luhnow. “Una vez dicho eso, hay ciertos jugadores que no pueden ser adquiridos mediante canjes de corto plazo”.