McIlroy define en regreso del golf profesional
Rory McIlroy emergió con el golpe decisivo cuando el golf volvió en vivo a las pantallas de televisión el domingo para un juego de Skins que reveló falta de ritmo y recaudó más de 5 millones de dólares para la lucha contra el COVID-19.
McIlroy y Dustin Johnson, que no habían ganado un skin en el sexto hoyo, tuvieron la oportunidad de llevarse los últimos seis skins con un valor de 1,1 millones de dólares en el último hoyo de la exhibición en el campo del Seminole Golf Club en Juno Beach, Florida.
Ambos fallaron y volvieron al 17mo hoyo de par-3 para un reñido desenlace.
Desde el despeje a una distancia de 120 yardas, Matthew Wolff quedó a 18 pies del hoyo. Su compañero de juego, Rickie Fowler, no alcanzó el green. Johnson alcanzó el bunker. En su último golpe, McIlroy pudo embocar desde 13 pies.
El resultado permitió a la dupla McIlroy-Johnson aportar 1,85 millones de dólares a la Fundación de Enfermeras de Estados Unidos. Fowler, quien acumuló siete birdies, y Wolff contribuyeron 1,15 millones a la Fundación CDC, que ayuda a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
“Estoy orgulloso de haber sido parte de un evento que sirvió para dar esparcimiento a la gente desde casa un domingo por la tarde y recaudar dinero para gente que lo necesita", dijo McIlroy durante el 18vo hoyo.
McIlroy y Johnson se impusieron a Wolff y Fowler, 11 por 7.
“Fue lindo volver al campo de golf y conseguir algo de normalidad”, dijo McIlroy.
Wolff se embolsó 450.000 dólares para fondos de ayuda con los drives de mayor distancia en un par de hoyos de par 5: 356 yardas en el 2 y 368 yardas en el 14.
Los siete birdies de Fowler sirvieron para un aporte de 270.000 dólares. Los cuatro birdies de McIlroy tuvieron un valor de 150.000 dólares y Wolff logró tres birdies para 135.000 dólares. Johnson, quien evidenció la mayor falta de ritmo, tuvo un birdie para 25.000 dólares.
Los jugadores debieron cargar sus propios bolsos.
El personal de producción de televisión en el campo fue mínimo, con comentaristas desde otras ciudades.
El duelo de skins tomó cuatro horas, más que nada porque los jugadores tenían que esperar para dar tiempo a las seis cámaras de televisión para situarse en el siguiente hoyo.
Fue el inicio de la vuelta del golf.
La última competición en vivo fue el 12 de marzo, la primera ronda del Players Championship. Fue cancelado al día siguiente, así como varios otros torneos que fueron pospuestos o cancelados.
Lo siguiente será otra exhibición el 24 de mayo, en el vecino campo del Medalist Golf Club. Es donde Tiger Woods juega cuando está en su casa. Woods y Peyton Manning enfrentarán a Phil Mickelson y Tom Brady en un partido que ha sido bautizado “Campeones por Caridad” que recaudará 10 millones para programas de ayuda por el COVID-19.
La prueba de verdad será el 11 de junio con el Charles Schwab Challenge en el campo del Colonial en Fort Worth, Texas. La gira de la PGA dice que no se permitirá la presencia de público durante al menos un mes y quizás más tiempo. Los jugadores tendrán que viajar en vuelos fletados y hospedarse en hoteles designados.
“Espero que vuelvan tras eso", dijo el presidente estadounidense Donald Trump en una entrevista emitida durante la transmisión. “Queremos que vuelva la normalidad para que decenas de miles vuelvan a los majors y torneos de golf”.