México: estados fronterizos piden freno a visitas desde EEUU
CIUDAD DE MÉXICO (AP) — Estados mexicanos fronterizos con Estados Unidos solicitaron el jueves al gobierno federal que ponga mayores controles en la frontera para frenar con más contundencia visitas que llegan desde el norte y evitar nuevos contagios por COVID-19 en vísperas de la celebración de la fiesta de la independencia estadounidense el próximo sábado.
Francisco Cabeza de Vaca, gobernador del estado Tamaulipas, fronterizo con Texas, que justo el jueves anunció que había dado positivo al coronavirus, pidió el cierre parcial de los pasos y en la misma línea se pronunció la gobernadora de Sonora, Claudia Pavlovich.
Desde finales de marzo, México y Estados Unidos acordaron una serie de restricciones a lo largo de toda la frontera para limitar todos los movimientos no esenciales e intentar así contener el virus pero, en la práctica, muchos estadounidenses podían ingresar sin problemas a México aunque fueran de visita a pesar de que hacia el norte sólo podían pasar los ciudadanos y personas con residencia.
La cancillería mexicana afirmó en varios comunicados emitidos desde consulados cercanos a la frontera que se instalarían filtros sanitarios desde el jueves 2 de julio al domingo 5 para evitar que cruzaran personas de cualquier nacionalidad que tuvieran síntomas o que llegaran a México en viajes no esenciales y exhortó a evitar todos los viajes posibles.
El ritmo de contagios en Estados Unidos, un país con más de 2,7 millones de infectados, sigue trepidante y también aumentan las cifras mexicanas, que ya superan los 231.000 casos confirmados y al menos 28.510 defunciones, aunque se estima que las cifras reales podrían ser mayores debido a las escasas pruebas realizadas.
El gobernador Cabeza de Vaca se mostró especialmente preocupado por la situación de su entidad, que tiene 17 cruces fronterizos y dijo que el estado pasa por “un momento crítico de contagios”, con más de 4.000. En Baja California superan los 9.000 y en Sonora se acercan a los 8.000.
La mitad de México ya ha iniciado la reapertura de actividades después de más de dos meses de cierre aunque el número de infectados sigue subiendo.
Tamaulipas detectó además esta semana el primer caso positivo en un migrante en la ciudad de Matamoros, donde unos 2.000 solicitantes de asilo viven en campamentos a lo largo de la frontera.