AMLO dice que los manifestantes pueden acampar en el Zócalo
CIUDAD DE MÉXICO (AP) — El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador dijo el miércoles que los manifestantes conservadores que demandan su renuncia son bienvenidos a acampar en la principal plaza de la Ciudad de México, frente a sus oficinas en el Palacio Nacional.
Más tarde, la policía permitió que unos cientos de manifestantes ingresaran a la plaza, conocida como el Zócalo, y los mantuvo en la sección más alejada del palacio de gobierno.
El propio López Obrador encabezó numerosas acampadas de protesta en sus décadas como líder opositor y ofreció algunos consejos a sus novicios oponentes de hoy.
“Nada más que no simulen”, dijo López Obrador durante su conferencia de prensa matutina. “Que se queden los dirigentes a dormir” en las tiendas de campaña que fueron colocadas el fin de semana en una avenida céntrica luego de que los manifestantes se quejaron de que la policía impidió que marcharan hacia el Zócalo.
El miércoles, los manifestantes que pudieron ingresar a la plaza colocaron unas pocas tiendas de campaña simbólicas en un lado de la amplia plaza que desde la época colonial ha sido considerada como el corazón de la ciudad.
Una hilera de agentes de la policía con escudos impidió que accedieran a la mitad de la plaza que se ubica frente al palacio de gobierno. Las autoridades de la ciudad argumentaron que eso era necesario para preservar el distanciamiento social y brindar seguridad. Las autoridades aparentemente estaban preocupadas de que algunos de los simpatizantes más fervientes del presidente pudieran enfrentar a los manifestantes.
El presidente, conocido por sus iniciales AMLO, pareció insinuar que solamente los manifestantes de base estaban durmiendo en las tiendas, algo incómodo en la temporada de lluvias en la Ciudad de México.
El movimiento de protesta se llama a sí mismo Frente Nacional Anti AMLO (FRENA). Los líderes dicen que López Obrador ha acumulado demasiado poder, y que ha desatendido el sistema de controles y equilibrios, así como a los grupos civiles. También están molestos por su manejo de la pandemia de coronavirus y sus efectos económicos.
“Este presidente está frenando el desarrollo político y económico, y quiere implantar el comunismo en México; no lo vamos a permitir”, dijo Marta Huesca, una comerciante de 43 años de Puebla que estaba en la protesta acompañada por su esposo y su madre. “Estamos exigiendo lo justo, vamos a permanecer aquí hasta que AMLO se vaya”, aseveró.
“Estamos exigiendo la renuncia inmediata por su ineptitud y su falta de liderazgo”, añadió Huesca. El grupo parece tener una tendencia católica, ya que ha realizado algunos rezos y lleva estandartes de la Virgen de Guadalupe, patrona de México.
El domingo, el grupo se quejó de que decenas de policías impidieron que los manifestantes marcharan al Zócalo, y dijeron que eso había sido un ataque a la libertad de expresión. De hecho, la policía ha estado limitando el acceso a la plaza intermitentemente desde el comienzo de la pandemia, como forma de implementar el distanciamiento social.
Los manifestantes parecen tener un poco más de recursos que quienes erigieron tiendas de campaña comunitarias en una de las principales avenidas de la capital durante siete semanas en 2006 para protestar contra lo que dijeron fue un fraude electoral que impidió que López Obrador ganara en la primera de sus tres campañas por la presidencia.
Los manifestantes actuales han dormido en sus propias tiendas individuales o familiares, y parecen estar mejor equipados que aquellos que acudieron a los campamentos a favor de AMLO en 2006 y otros en la década de 1990.
Sin embargo, no está claro si López Obrador siguió su propio consejo. Para el final de su acampada de 2006, muchas de las tiendas de campaña en la Avenida Paseo de La Reforma estaban vacías.
Aunque López Obrador ya no goza del respaldo abrumador que tenía tras asumir la presidencia en diciembre de 2018, parece seguir teniendo el apoyo de una mayoría de los mexicanos.
Si bien el presidente defiende una política de “primero los pobres”, está lejos de ser izquierdista en la mayoría de los sentidos más tradicionales del término, y se inclina más hacia la austeridad, el odio a la corrupción y un férreo nacionalismo.
Uno de los líderes de la protesta, Gilberto Lozano, comentó a los medios locales que los manifestantes planean establecer una presencia rotativa a largo plazo en los campamentos de protesta, con personas de los 32 estados del país turnándose para quedarse en las tiendas.