El mundo aguarda nervioso e impaciente resultados en EEUU
Desde los autos Ford Modelo T que salían de la línea de montaje en 90 minutos hasta hamburguesas servidas en 60 segundos, Estados Unidos ha cumplido un gran papel para convertir el mundo en lugar frenético, ávido de gratificación instantánea.
De manera que despertar el miércoles para descubrir que no se sabrá quién ganó la elección presidencial sino dentro de varios días o quizá más —los comentaristas poblaron las ondas con sus mejores conjeturas— resultó insólito para mundo habituado al producto más típico de Estados Unidos: la velocidad.
A falta de un ganador inmediato en la contienda entre el presidente Donald Trump y su rival demócrata Joe Biden, el juego de adivinanzas sobre cuál de los dos ocupará la Casa Blanca rápidamente se volvió global. Jefes de estado se apresuraron a digerir la demora y la gente común acudía a las redes y los teléfonos para intercambiar noticias, temores y esperanzas.
“Escucho que resolver las cosas tomará tiempo”, dijo el ministro de Hacienda japonés Taro Aso. “No tengo la menor idea cómo nos afectará”.
Pero la falta de un resultado no fue tan sorprendente para los expertos, ni es, en sí, un indicio de que algo anda mal. En un año vuelto patas arriba por la pandemia de coronavirus, muchos estados facilitaron el voto por correo. Eso demora el recuento porque el procesamiento de las boletas por correo suele tomar más tiempo del que las que se emiten en el lugar de votación.
Con todo, el malestar provocado por la incertidumbre se agravaba con temores sobre cómo sanará el país después de una elección tan enconada. Para colmo, se sumaron las declaraciones insólitas y prematuras de Trump sobre su victoria y su amenaza de acudir a la Corte Suprema para detener el recuento.
En Eslovenia, la patria de la primera dama Melania Trump, el primer ministro derechista Janez Jansa dijo que estaba “bastante claro que el pueblo estadounidense ha elegido a Donald Trump”, pero fue casi el único que se anticipó a los resultados.
El vicecanciller alemán Olaf Scholz dijo que “es importante para nosotros que se cuente todo y tengamos un resultado final claro”. Y la ministra de Defensa, Annegret Kramp-Karrenbauer, dijo que “la batalla en torno a la legitimidad del resultado, cualquiera que sea, apenas comienza”.
“Es una situación muy explosiva. Es una situación que, como dicen correctamente los expertos, podría conducir a una crisis constitucional en Estados Unidos”, dijo por la televisora ZDF. “Es algo que debe preocuparnos mucho”.