Francia elogia a influencers que se negaron a difamar vacuna
LE PECQ, Francia (AP) — El gobierno francés elogió el miércoles a los influencers que rechazaron misteriosos intentos de “comprarlos” para difamar en las redes sociales a la vacuna de Pfizer contra COVID-19.
Numerosos influencers en Francia —con grandes audiencias en Twitter, Instagram y otras plataformas— reportaron haber sido contactados con ofertas similares.
Uno de los contactados, el youtuber Léo Grasset, afirmó que la misteriosa agencia de publicidad que lo contactó “quería que yo hablara de la vacuna de Pfizer de una manera que fuera perjudicial para la reputación de esa vacuna”.
Tanto Grasset como otros influencers rechazaron los intentos. El miércoles, recibieron elogios por parte del vocero del gobierno francés Gabriel Attal.
“Deseo saludar el gran sentido de responsabilidad que tuvieron estos jóvenes youtubers e influencers, quienes no sólo no se dejaron manipular, sino que además lo denunciaron públicamente”, expresó Attal.
Grasset, quien cuenta con 1,1 millones de seguidores en YouTube, expresó que él y otros personajes célebres en las redes sociales “estamos al centro de algo que está ocurriendo y que es como una guerra informativa”.
La persona que contactó a Grasset se identificó como Anton y aseveró que su agencia contaba con “un presupuesto considerable” para una “campaña informativa” sobre “el COVID-19 y las vacunas disponibles para los europeos, especialmente AstraZeneca y Pfizer”.
Específicamente, Anton le pidió a Grasset sacar un video de entre 45 segundos y un minuto en Instagram, TikTok o YouTube en el que afirmara que “la tasa de mortalidad de la vacuna de Pfizer es tres veces mayor que la de AstraZeneca” y que cuestionara la decisión de la Unión Europea de usarla.
En un email posterior, Anton se negó a divulgar quién estaba financiando dicha iniciativa, afirmando que: “el cliente prefiere permanecer incógnito”.
Grasset compartió los emails con The Associated Press.
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Los periodistas de The Associated Press Frank Bajak en Boston y Frank Jordans en Berlín contribuyeron para este despacho