Inicia juicio clave en Cleveland por la crisis de opioides

Inicia juicio clave en Cleveland por la crisis de opioides
Sharon Grover muestra una fotografía de su hija, Rachael, junto a su tumba en el Fairview Cemetery, el 28 de septiembre del 2021. en Mesopotamia, Ohio. Grover piensa que su hija comenzó a consumir opioides en el 2013, pero ella no notó los indicios de la adicción. (AP Foto/Tony Dejak)

CLEVELAND (AP) — Entre 2012 y 2016 se dispensaron tantos analgésicos por prescripción en el condado Lake, en Ohio, que la suma equivale a 265 píldoras por residente. Apenas al sur, en el condado Trumbull, la ola de opioides por prescripción en el mismo período equivale a 400 píldoras por residente.

Los abogados dicen que las gestiones para responder a la epidemia de sobredosis le han costado a cada uno de esos empobrecidos condados al menos 1.000 millones de dólares. Ahora esos condados quieren que paguen las grandes cadenas minoristas de productos farmacéuticos que estuvieron involucradas en gran parte de esa distribución.

En un juicio federal de referencia que comienza el lunes en Cleveland, los condados Lake y Trumbull tratarán de convencer al jurado de que las minoristas tuvieron un papel prominente en crear un problema público por la forma en que dispensaron los medicamentos en sus comunidades.

Será la primera vez que las cadenas, en este caso CVS, Walgreens, Giant Eagle y Walmart, van a juicio para defenderse en el ajuste nacional de cuentas por la crisis de opioides. El juicio, que se espera dure seis semanas, pudiera marcar la pauta para demandas similares contra las cadenas presentadas por entidades gubernamentales en todo el país.

El juicio se centrará en los daños a los condados y la respuesta por parte de las cadenas, que han argumentado en documentos en los tribunales que sus farmacólogos meramente seguían las prescripciones escritas por médicos para satisfacer necesidades médicas legítimas. El juicio tiene además una dimensión humana, pues será seguido muy de cerca por aquellos cuyos familiares son parte de aproximadamente medio millón de estadounidenses cuyas muertes fueron atribuidas al abuso de opioides en las últimas dos décadas.

“La gente tiene que entender que la adicción a las drogas es una enfermedad de familias y que todo el mundo en una familia se ve afectado”, dijo Sharon Grover, cuya hija murió tras volverse adicta a los analgésicos por receta y luego a la heroína. “Nunca seré la misma”.

Grover, que vive en la pequeña comunidad de Mesopotamia Township, en el condado Trumbull, dice creer que su hija, Rachael Realini, comenzó a usar analgésicos alrededor de 2013, pero que ella no notó señales de su adicción. Para 2016, ella dijo a su madre que necesitaba ayuda. Cuando las píldoras por prescripción comenzaron a faltarle, Rachael usó heroína para alimentar su hábito.

“Ella se veía terrible”, dijo Grover de su hija, una enfermera y madre de dos niños pequeños. “Nos abrazamos y le dije que saldríamos adelante”.

Sin embargo, fracasaron los intentos de rehabilitación en Ohio y Florida. Realini fue hallada muerta en su casa en abril de 2017 por una sobredosis de fentanilo. No se hallaron otras drogas en su sangre.

Un abogado de los condados, Frank Gallucci, dice que es un patrón similar al visto en sus comunidades: la heroína y el fentanilo sintético han reemplazado mayormente a los analgésicos por prescripción, que se han vuelto más difíciles de obtener con la industria forzada a reducir su distribución.

Otra cadena grande de farmacias, Rite-Aid, llegó a un arreglo con los condados Lake y Trumbull, que están en las afueras de Cleveland. El arreglo con Trumbull fue de 1,5 millones de dólares. La suma en el acuerdo con Trumbull no ha sido revelada.

El juicio que comienza el lunes ante el juez federal Dan Polster es parte de una amplia constelación de demandas federales por opioides —unas 3.000 en total— que han sido consolidadas bajo la supervisión de un juez.

Jim Misocky, abogado y coordinador de proyectos especiales del condado Trumbull, junto con el administrador del condado, Jason Boyd, dijeron que la crisis de opioides ha sido una carga financiera. Mencionaron el incremento de costos para sus cortes, cárceles, acogida temporal, tareas del orden y tratamientos por adicción.

La carga financiera es especialmente aguda en Trumbull, donde ha habido miles de pérdidas de empleos en años recientes en las compañías siderúrgicas, automóviles y piezas de autos.

“Ha sido un duro golpe al presupuesto”, dijo Misocky said. “No tenemos muchos recursos en esta comunidad”.

El condado Trumbull ha tenido que contratar a un patólogo a tiempo parcial en la oficina forense, dijo Misocky. Cuando la morgue del condado se llena de cadáveres, algunos son enviados a Cleveland o al condado Lake para autopsias.

A su vez, Boyd dice que las instalaciones de tratamiento de adicción en el condado Lake están “más allá de capacidad”.

“Es un problema del que oímos constantemente”, dijo. “¿Dónde vamos a tratar a esas personas?”.

Los abogados de los dos condados dicen que 80 millones de analgésicos por prescripción fueron dispensados entre 2012 y 2016, de acuerdo con datos dados a conocer previamente a través de la corte. En el condado Lake, fueron 61 millones de píldoras. En documentos del juicio, las compañías farmacéuticas argumentan que siguieron las directrices establecidas por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) y el estado de Ohio sobre la forma en que sus tiendas dispensaban analgésicos.

Abogados de CVS dijeron que las acusaciones contra la compañía “son completamente infundadas”.

“La evidencia presentada en el juicio mostrará no solamente que CVS satisfizo los requerimientos legales para distribuir medicamentos opioides en los condados Lake y Trumbull, sino que las excedió”, escribieron los abogados de la compañía.

Los abogados de Walgreens dijeron que los dos condados estaban usando “teorías legales confusas y contradictorias contra otros acusados antes de llegar a la idea de demandar a las cadenas minoristas”.

El juicio será el cuarto en Estados Unidos este año que pondrá a prueba las acusaciones presentadas por gobiernos contra diferentes elementos en la industria de los fármacos por el saldo de la prescripción de analgésicos. No se han alcanzado veredictos y arreglos en los otros.

Con los juicios en curso y otros en espera, muchos de los abogados más prominentes han alcanzado ya acuerdos. En ocasiones, involucran a un número pequeño de gobiernos o solamente a un acusado, como Rite Aid.

Las tres mayores compañías de distribución de medicamentos, AmerisourceBergen, Cardinal Health y McKesson, junto con el gigante farmacéutico Johnson & Johnson, llegaron a un acuerdo nacional de 26.000 millones de dólares este año. Recientemente, un juez federal de bancarrotas aprobó un arreglo para Purdue Pharma, el productor del analgésico OxyContin, que tiene un valor potencial de 10.000 millones de dólares.

La compañía consultora global McKinsey & Company acordó este año pagar casi 600 millones de dólares por su papel en asesorar a los fabricantes de fármacos sobre cómo aumentar las ventas de opioides.

Y en Ohio, demandas presentadas por sus dos mayores condados, Cuyahoga y Summit, contra compañías de distribución de drogas fueron resueltas con un acuerdo de 260 millones de dólares antes del comienzo del juicio en noviembre de 2019.

Grover cree que los gigantes farmacéuticos minoristas tienen una gran responsabilidad por la adicción de su hija y está contenta de que estén siendo enjuiciados.

“Las compañías farmacéuticas son los mayores narcotraficantes que existen”, dijo Grover. “Son narcotraficantes de cuello blanco y tienen que rendir cuentas”.

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El periodista de The Associated Press Geoff Mulvihill en Cherry Hill, Nueva Jersey, contribuyó a este reportaje.

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