Economía de Ecuador, optimismo empresario y rechazo sindical

QUITO (AP) — El crecimiento anual de 3,5% de la economía de Ecuador, que superó las estimaciones, ha generado optimismo en el sector empresarial pero rechazo en las organizaciones sociales y sindicales, que afirman que la mayoría de los ecuatorianos vive en la pobreza y cuestionan una reforma laboral impulsada por el Ejecutivo.

El vocero presidencial Carlos Jijón atribuyó el crecimiento "más arriba de lo esperado” a una “recuperación económica” cuyo pilar fundamental fue la vacunación contra el COVID-19, que supera los 12 millones de ciudadanos de un total de 17,6 millones de habitantes.

En 2020 la economía ecuatoriana se contrajo 8% debido a las cuarentenas para frenar la pandemia y la paralización de buena parte del sector productivo.

El analista económico y catedrático Vicente Albornoz coincidió en que la vacunación permitió la expansión de la economía al reactivar sectores como el turismo, la gastronomía, los espectáculos y el transporte, entre otros. En diálogo con The Associated Press también destacó el aumento de la demanda mundial de petróleo, hierro, banano, cacao y camarones, los principales productos de exportación de Ecuador.

Jijón también resaltó la recuperación de 280.000 puestos de trabajo aunque reconoció que un problema grave que afronta Ecuador es el desempleo. Para subsanarlo, el gobierno anunció una reforma laboral que enviará a la Asamblea Nacional en el primer trimestre de 2022 y que buscará “facilitar la contratación de más ecuatorianos para que tengan acceso a un empleo digno”.

La meta del gobierno es reactivar la economía a través de la inversión extranjera -que estima en al menos 30.000 millones de dólares en los cuatro años de mandato de Guillermo Lasso- y la eliminación del déficit fiscal, que en lo que va de su administración disminuyó de 7.000 millones a 4.000 millones de dólares, añadió Jijón.

Por su parte, el ministro de Producción, Julio Prado, afirmó que en los siete meses de mandato de Lasso el país recibió 2.200 millones de dólares en inversiones privadas, extranjeras y locales.

El titular de la Federación de Cámaras de Industrias, Pablo Zambrano, dijo a AP que la reactivación económica se refleja en el crecimiento de las exportaciones, que alcanzaron los 24.000 millones de dólares, un 20% más que en 2020.

Zambrano también destacó la eliminación de aranceles, lo que trajo una reducción de costos en materias primas y bienes de capital, el regreso de Ecuador al Centro Internacional de Arreglo de Diferencias relativas a Inversiones del Banco Mundial y la fijación de una agenda comercial con países como Estados Unidos, México y China.

Sobre la situación laboral, Albornoz opinó que al elevar el salario básico de 400 a 425 dólares el gobierno apostó por la “paz social", otro elemento importante para el crecimiento económico.

Pero el optimismo del sector empresarial no es compartido por los gremios y las organizaciones sociales e indígenas. Nelson Erazo, presidente del Frente Popular -que agrupa a varios colectivos de educadores, estudiantes, campesinos y trabajadores- aseguró a AP que la situación real de la mayoría de los ecuatorianos no refleja el crecimiento económico.

“Un 42% de los ecuatorianos vive en condiciones de pobreza y de ellos el 35% está en condiciones de extrema pobreza”, afirmó Erazo, a lo cual sumó que como consecuencia de la pandemia se perdieron 1,3 millones de empleos de los cuales este año sólo se recuperaron 280.000.

El dirigente sostuvo que mientras las empresas han tenido utilidades por más de 7.000 millones de dólares, hay ecuatorianos cuyo salario es menor al básico y perciben apenas 200 dólares mensuales cuando una canasta básica tiene un costo que supera los 700 dólares. Esto, agregó, es consecuencia de una ley que permitió a los empleadores reducir el salario hasta el 50%.

A su vez sostuvo que la reforma laboral planteada por el Ejecutivo va a “agravar” la calidad de vida de los ecuatorianos pues “pretende eliminar la estabilidad laboral, imponer jornadas de 12 horas y seis días a la semana”, con modalidades de contratos de prueba por cinco meses y cuatro años para adquirir estabilidad, lo cual precarizará las condiciones de trabajo y no generará nuevos empleos.

Los gremios anunciaron para enero una jornada de movilizaciones y paralizaciones en demanda de que el gobierno nacional entienda que “la reactivación económica no está sobre la base de que solamente las empresas estén bien sino que los trabajadores estemos en mejores condiciones”, dijo Erazo.

Los reclamos sindicales coinciden con el anuncio de la Confederación de Nacionalidades Indígenas, que exige, entre otro puntos, el congelamiento del precio de los combustibles.

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