Que Viva el Himno Nacional Mexicano

Pocas melodías son capaces de unir a los mexicanos, en un sentimiento de patriotismo, como lo es nuestro himno nacional, sin importar dónde estemos, qué fé compartamos, e inclusive, la ideología política, edad o lengua que tengamos. Pero no siempre fue el que conocemos actualmente. El primero del que se tiene noticias se compuso en 1821, por José Torrescano, justo en la consumación de la Independencia. En 1822, se modificó para honrar al emperador Agustín de Iturbide. Pero al terminar su régimen, fue desechado.

En el siglo XIX, muchos himnos surgieron, pero la efervescencia de nuestro país marcaba su vigencia o su reemplazo. El bando al que pertenecía el gobierno en turno, hacía que la letra y la música de los mismos se ajustara a su ideología. La invasión norteamericana y el perder una parte importante de nuestro territorio, fueron los detonantes para lanzar varias convocatorias, solicitando escribir un himno que uniera a todos los mexicanos. Pero en esta convocatoria, no tuvieron mucho éxito entre los mexicanos, ya que intervinieron músicos y poetas extranjeros.

No es hasta la convocatoria del 12 de noviembre de 1853, cuando el poema del potosino Francisco González Bocanegra, fue elegido para la letra y el mérito de la música fue del catalán Jaime Nuno. Esta combinación dio como resultado, el nacimiento del segundo mejor himno del mundo entero, solamente superado por el francés, mejor conocido como "La Marsellesa".

La primera vez en la que fue interpretado fue el 15 de septiembre de 1854, en el teatro Santa Anna, más tarde Teatro Nacional. Muchos pensaron que este también desaparecería, ya que el país seguía muy convulsionado. Gran parte de los presidentes mexicanos, decidieron ignorarlo, incluyendo a Benito Juárez. Fue durante la presidencia de Porfirio Díaz, que este himno no solamente revivió, sino que se estableció tocarlo en todas las ceremonias oficiales.

En 1943, el presidente Manuel Ávila Camacho lo oficializó, pero limitó sus estrofas a que solo se interpretaran las I, V, VI y X, más el coro. Inclusive, prohibió que se modificara, alterara o corrigiera, de manera parcial o total, ni en su letra ni en su música. Hoy en día, solamente se cantan la I, la X y el coro.

Sin importar tiempos de paz o de guerra, de unión o de quebranto, el Himno Nacional Mexicano nos unifica, en el orgullo de cantarlo a todo pulmón y ponernos de pie, cada vez que lo escuchamos. ¡Y QUE VIVA MÉXICO!