Nuestros antepasados animales más antiguos tenían cola. ¿Por qué nosotros no?

Nuestros antepasados animales más antiguos tenían cola. ¿Por qué nosotros no?
ARCHIVO - Esqueletos de un humano y un mono en el Museo de Historia Natural Steinhardt, en Tel Aviv, Israel, el lunes 19 de febrero de 2018. (AP Foto/Oded Balilty, Archivo)

WASHINGTON (AP) — Nuestros antepasados animales más antiguos tenían cola. ¿Por qué nosotros no?

Hace unos 20 o 25 millones de años, cuando los simios se diferenciaron de los monos, nuestra rama del árbol de la vida perdió su cola. Desde los tiempos de Charles Darwin, los científicos se han preguntado por qué —y cómo— ocurrió esto.

Ahora, los investigadores han identificado al menos uno de los ajustes genéticos clave que condujeron a este cambio.

“Encontramos una única mutación en un gen muy importante”, explica Bo Xia, genetista del Instituto Broad y coautor de un estudio publicado el miércoles en la revista Nature.

Los investigadores compararon los genomas de seis especies de simios, incluidos los humanos, y 15 especies de monos con cola para determinar las diferencias clave entre los grupos. Una vez identificada una mutación significativa, comprobaron su teoría utilizando la herramienta de edición genética CRISPR para modificar el mismo punto en embriones de ratón. Esos ratones nacieron sin cola.

Xia advirtió que otros cambios genéticos también pueden influir en la pérdida de la cola.

Otro misterio: ¿No tener cola ayudó realmente a sobrevivir a estos antepasados simios y, con el tiempo, a los humanos? ¿O fue sólo una mutación fortuita en una población que prosperó por otras razones?

“Podría ser casualidad, pero también podría haber supuesto una gran ventaja evolutiva”, afirma Miriam Konkel, genetista evolutiva de la Universidad de Clemson, que no participó en el estudio.

En cuanto a la razón por la que no tener cola puede haber ayudado, hay muchas teorías tentadoras, incluidas algunas que relacionan la falta de cola con el hecho de que los humanos aprendieran a caminar erguidos.

Rick Potts, que dirige el Proyecto Orígenes Humanos del Instituto Smithsoniano y no participó en la investigación, sugiere que carecer de cola pudo ser un primer paso para que algunos simios adoptaran una postura corporal vertical, incluso antes de abandonar los árboles.

No todos los simios viven hoy en el suelo. Los orangutanes y los gibones son simios sin cola que aún viven en los árboles. Pero Potts señala que se mueven de forma muy distinta a los monos, que corretean por la parte superior de las ramas utilizando la cola para mantener el equilibrio. Estos simios se cuelgan de las ramas, balanceándose entre ellas mientras se mantienen erguidos.

El biólogo de la Universidad de Nueva York Itai Yanai, coautor del estudio, afirma que la pérdida de la cola fue sin duda una transición importante. Pero la única forma de saber con certeza el motivo “sería inventar una máquina del tiempo”, dijo.

___

El Departamento de Salud y Ciencias de The Associated Press recibe apoyo del Grupo Medios Educativos y de Ciencia del Instituto Médico Howard Hughes. La AP es la única responsable de todo el contenido.

Publicado en Inicio » Mundo »