Grupo islamista usó a niños soldados en ataques en Mozambique, dice Human Rights Watch
HARARE, Zimbabue (AP) — Un grupo islamista que opera en el norte de Mozambique usó a menores, incluso de 13 años, en ataques perpetrados la semana pasada contra una ciudad, y los residentes que huyeron de la batalla reconocieron a algunos de los niños soldados como sus familiares extraviados, dijo el miércoles el grupo defensor de derechos humanos Human Rights Watch (HRW).
Al-Shabab, afiliado al grupo Estado Islámico, ya ha sido acusado por organismos de la ONU de secuestrar niños y usarlos como soldados en su movimiento insurgente que comenzó en 2017. Un aumento en los ataques de los insurgentes ocurrido en marzo provocó la desaparición de al menos 70 niños, de acuerdo con las autoridades locales y un grupo de organismos humanitarios.
Varios testigos informaron a HRW que en los ataques en la provincia de Cabo Delgado, en el norte de Mozambique, participaron docenas de niños soldados, quienes fueron vistos portando fusiles de asalto estilo AK, así como cinturones de municiones. Dos miembros de la misma familia dijeron haber reconocido a su sobrino de 13 años entre los menores.
“Lo vi con mis propios ojos”, dijo a Human Rights Watch Abu Rachide, residente del poblado. Dijo que el menor lo saludó, pero siguió su marcha. La hermana de Rachide dijo que el menor, que desapareció a principios de este año, parecía recibir instrucciones de combatientes mayores.
“Me pregunto cómo se convirtió en un combatiente así en solo cuatro meses”, dijo a HRW.
Los ataques más recientes contra la ciudad de Macomia comenzaron el viernes y continuaron hasta el día siguiente. Combatientes islamistas saquearon tiendas y almacenes en busca de alimentos e intercambiaron disparos con soldados mozambiqueños y sudafricanos antes de retirarse, según reportes de HRW y de medios de Mozambique.
Según informes, al menos 10 personas, la mayoría soldados, murieron en el combate más reciente, y unos 700 residentes huyeron a los bosques cercanos para escapar de los ataques, según el informe de HRW.
El reclutamiento de niños menores de 15 años como soldados es un crimen de guerra según las leyes internacionales. En febrero, jueces de la Corte Penal Internacional concedieron indemnizaciones por más de 52 millones de euros (56 millones de dólares) a miles de víctimas de un comandante de un grupo rebelde ugandés, que incluía a antiguos niños soldados.