Es viernes y no estoy de fiesta. Esto de ser una miserable desempleada me mantiene lejos de las noche y muy muy cerca de mi amigo Netflix "amablemente subsidiado por: personas que claramente no saben que me acuerdo del usuario y contraseña.

En fin, veo que se está poniendo muy turbio esta temporada del psiquiátrico, hay un médico al que lo atrae el morbo y la monja super ortodoxa con alma de guarra es la pesadilla de todos los pacientes. Nada alejado de la realidad hasta ahí, excepto que el paciente acusado de asesino serial es el personaje de la serie que de hecho, me cae bien.

Pobre, no pegó una en la vida: el cojonudo se casó con una negra en medio de la discriminación a los matrimonios interraciales, de repente se la secuestraron unos alienígenas para embarazarla y por si fuera poco lo acusaron de matarla, a ella y a otras tipas que aparecieron muertas en condiciones similares cuando en realidad las había matado el psiquiatra del manicomio, que tiene alto complejo de Edipo y se adosó directamente a una lesbiana con tintes maternales que está ahí encerrada digamos que por torta.

¿Y saben quiénes están encerradas también? Las tortas de la otra serie, unas que traficaban heroína y terminaron presas porque una de las dos boludas cayó y la mandó en cana a la otra, después se pusieron de novias de nuevo estando adentro y empezaron a traficar calzones sucios, a espaldas de un estado en el que el trepador político y corrupto de Frank Underwood todavía no había asumido como presidente.

Hubiese sido interesante que su esposa, una mujer fuerte e inteligente se enamorara de un simple profesor de química invadido por el cáncer se dedicaran a hacer metanfetaminas con un pendejo rehabilitado del crack para armar un cartel y ser unos grandes enemigos políticos.

En vez de eso le tiraron un par de papeles al médico rengo adicto a los analgésicos que por lo general flashea dos tratamientos ineficaces antes de que un flash divino le indique la verdadera enfermedad y salve al paciente justo al borde de morir.

De todas formas ningún tratamiento hubiese funcionado para que las Kappa Kappa Tau pudiesen despegarse la obsesión de seguir a una millonaria odiosa y mucho menos para conectar al menos dos neuronas. Por desgracia un salame disfrazado las mató a todas, hablando de matar, saben que el protagonista de la otra serie que creo el director de esta que les acabo de contar, se mató hace un par de años.

Parece que no pudo tolerar el hecho de entrar en un coro de inadaptados sociales de la secundaria siendo un ex deportista con problemas sociales que dejó accidentalmente embarazada a su novia la porrista mientras esta lo cagaba con su mejor amigo... Viéndolo así no es tan raro pensar que el director de esta serie sea el mismo jodido enfermo demente y retorcido que hizo la primera de todas estas.

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