En la Supercopa de España, Suárez y Munir muerden primero

En la Supercopa de España, Suárez y Munir muerden primero
Reuters

El día que Suárez no pelee un balón dejará el fútbol. El delantero uruguayo ha comenzado la temporada como terminó el curso anterior: marcando goles. El Bota de Oro es el jugador que más comprende el abecé del ariete. De sus botas llegó el primer gol del FC Barcelona en el minuto 54 gracias a una gran conexión entre Denis y Turan.

El Barcelona no pudo meter el primer mordisco al Sevilla hasta la segunda parte. El conjunto que entrena Sampaoli busca tener un ideario a defender. Tener la posesión será básico en el engranaje del bloque andaluz. En los partidos ante Real Madrid y Barcelona ha tenido gran parte de la posesión de la pelota pero no la posesión del juego. Es un equipo a medio hacer y al que le queda mucho rodaje para llevar a cabo un proyecto más que ilusionante.

Ganso no ha tenido tiempo para mostrar su juego, el delantero Vietto no conecta todavía con los centrocampistas y los defensas no aciertan siempre en una de las claves del juego de posición: sacar el balón jugado desde atrás. El Sevilla necesita tiempo para cocerse mientras el Barcelona está hecho al fuego lento de Messi. El argentino inventó un gran pase que supo aprovechar muy bien Munir para marcar el segundo gol. El delantero de origen marroquí se está ganando la confianza de Luis Enrique para quedarse con garantías de minutos. Vender a Munir le reportaría al Barcelona unos tres millones de euros, fichar a un delantero como Munir le costaría unos treinta millones.

Una de las mejores noticias para el FC Barcelona sigue siendo la buena marcha de Sergi Roberto en el lateral derecho. El canterano catalán hace todo como si fuera su última oportunidad y en Sevilla volvió a estar soberbio en el ataque y en el repliegue. Su concentración e inteligencia son elementos básicos en el juego azulgrana.

El Barça tiene la eliminatoria encarrilada y espera conseguir así el primer título del año y desquitarse del mal sabor de boca que dejó la última Supercopa. Luis Enrique la tiene clavada ya que la temporada pasada no pudieron lograr el sextete por culpa de la derrota ante el Athletic de Aduriz y Valverde.

Si el Barcelona ha empezado con buen pie, aunque preocupa la lesión de Iniesta, el Sevilla está aprovechando su exposición mediática en las Supercopas para demostrar que se puede jugar de tú a tú ante los grandes e intentar ser protagónico. Sampaoli y Lillo no han tenido tiempo para activar todos los mecanismos de desarrollo del juego pero está dejando muy buena imagen. Es así como se manda un mensaje de convencimiento. Los principios no se negocian.

Las convicciones del Barcelona tampoco se negocian. Todo nace en Busquets aunque termine en Messi, Suárez o Neymar. El mediocentro volvió a hacerse con el mando absoluto del centro del campo. Otro año no aparecerá en las listas al Balón de Oro. Él no necesita premios individuales. Su juego indica el inicio de la temporada del fútbol auténtico.

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