Mientras tomabas tequila, dejamos atrás dos almas rotas.

Les voy a contar una historia, una historia la cual me encanta, la cual me enamoro todos los días de mi vida.

Todo comenzó en Marzo, todo comenzó con una mujer, una mujer ingenua, inocente la cual estaba dispuesta amar, amar como si nunca hubiera sido herida. Ella tenía una mirada que radiaba luz, radiaba alegría al menos eso decían cuando la veían y una sonrisa, una sonrisa construída.

Todo comenzó en marzo, todo comenzó con un hombre. un hombre diferente, diferente a ella, el en cambio era astuto, era misterioso, tenía una mirada que no todos lograban comprender, pero.. tenía un corazón, un corazón de esos que no hay.

Todo comenzó en marzo, todo comenzó cuando lo vió por primera vez, por primera vez volvió a sentir, a sentir eso que la sociedad llama "amor a primera vista", a primera vista fué lo que hizo que su amor por el crezca todos los días, todos los días pensaba en el, con el imaginaba momentos especiales, momentos inolvidables que solo el podía hacerlos posible.

Todo comenzó en marzo, todo comenzó con un vaso de ron en mano, la vió por primera vez, por primera vez conoció a una mujer diferente, una mujer con un carácter dominante pero a la vez con una ternura que desbordaba cada palabra que sus labios pronunciaba. Para él, ella era algo que jamás podía sucederle, ella era tan diferente y esa diferencia en sus ojos no debía ser manchada.

Todo comenzó en Marzo, ella no dejaba de pensar el, el había marcado sus pensamientos, ella debía estar con el, debía pretenderlo, pero el, el no quería nada de eso, el era un alma libre, un alma que no se podía atar, un alma sedienta de volar, volar alto. Ella no, ella no volaba como el.

Pasó el tiempo, el desapareció y ella cambió, cambió su mirada, esa mirada inocente. El en cambio voló, voló y encontró a alguien mas.

Pasó el tiempo y ella trataba de ocultar ese sentimiento tan profundo hacia el, lo que no se daba cuenta es que cada acción para olvidarlo hacía que cambie, ya no brillaba.

Pasó el tiempo y los dos desaparecieron, el amor hacia el por fin estaba oculto, ya no dolían sus actos, ya no dolía el rechazo.

Pasó el tiempo y el apareció, apareció de la forma mas inesperada, apareció el momento mas súbito de su vida. Apareció y todo cambió, pero, ella tenía en mente una cosa, tenía en mente que no volaba como el, y si quería volar como el tenía que cambiar, dejar de ser lo que realidad era, alegría e inocencia.

Pasó el tiempo, ella regresó, regresó volando no tan alto como el, pero lo hacía, y el, el estaba ahí. 

Se volvieron a reencontrar después de tanto tiempo y ella podía sentir como el amor hacia el seguía intacto, para ella nada había cambiado, podía sentir como su mirada, su olor, su voz hacía que su corazón palpite, palpite a mil por hora.

Se volvieron a reencontrar y el no sabía lo que pasaba, no sabía que sentía, la veía y lo que sentía por ella era algo que no podía explicarlo con palabras, solo lo sentía, por que el era así, frío como un hielo y cálido como una noche de verano, sí, una mezcla que confunde a cualquiera.

Se volvieron a reencontrar y todo era distinto, ella lo podía sentir, todo el daño que había sufrido en ocaciones pasadas estaba desapareciendo, sentía intensas emociones, emociones que no sentía hace tanto. Podías ver como sus ojos brillaban cada vez que estaba con el, podías palpar el amor que sentía con cada palabra que pronunciaba, sin embargo el no notaba eso, el seguía volando con alguien mas.

Se volvieron a reencontrar y llegó un momento que no se separaban, todo hacían juntos, ella comenzó a volar como el, volaba con el a todas partes, y cuando él quería dejar de hacerlo ella estaba ahí dándole motivos para volar. Se volvieron a reencontrar y él era la razón de su sonrisa, era esa coincidencia que se estaba convirtiendo en todo.

Se volvieron a reencontrar y el se dió cuenta como ella volaba y se arriesgó a volar con ella, se arriesgó sabiendo lo que podía suceder, se arriesgó sabiendo que el brillo de sus ojos y la sonrisa construída dependía de el, se arriesgó sabiendo lo diferente que eran, pero lo que los dos no sabían era que esa diferencia los unía.

Mientras volaban, ella era feliz, el era feliz, ella era insegura, el era inestable, ella era expresiva, el reservado, ella pensaba, el actuaba, ella hablaba, el demostraba, el gritaba, ella lloraba, el entregaba, ella arriesgaba. Para ella, él era su sol, para el, ella era ella. Mientras volaban, el estaba seguro de tenerla, seguro de que jamás se iba a ir, y esa seguridad hacía que no se de cuenta que no solo el notaba lo maravillosa que era, pero aun así ella solo lo quería a el, ella solo podía verlo a el. 

Mientras volaban, hubieron problemas, discusiones, malos entendidos que solo podían resolverse con esa felicidad que sentían cuando estaban juntos, porque era mágico, cuando estaban juntos el mundo se detenía y solo eran los dos, cuando se miraban, ella sentía que el corazón se le aceleraba era algo que no podía explicar, y el, el sentía miedo, miedo de que exista alguien que lo conozca tanto, miedo a que alguien lo mire de esa forma, pero lo principal, miedo a volver amar. De repente esa felicidad cambió, de repente ya no volaban igual.

Ya no volaban igual, de repente el miedo y la inseguridad pudieron mas, todo lo que era felicidad y risas, era amargura y angustias, el volaba mas rápido y ella se cansaba.

Ya no volaban igual, ya no era lo mismo para el, para ella su corazón seguía palpitando igual, como en marzo, donde todo comenzó. Para él, ella retrasaba su vuelo, hacía que sus alas no puedan ser mas grandes y no podía volar como quería, así que pasó lo que tenía que pasar. Volando juntos, ella decidió aterrizar, con la esperanza de que el aterrize también pero no, el no quiso, tomó sus alas y se fué . Y ella, ella se quedó con sus alas, sus alas rotas, esas alas que había construido por el, esas alas hechas con amor, constancia y felicidad. Ella no se rindió y se puso sus alas rotas y trató de alcanzarlo, pero era tarde, ya se había ido.. como siempre lo había hecho.

Todo comenzó en Marzo, aveces me preguntó donde estará volando, el por qué, cómo y cuándo sucedió todo, en fin, lo único que sé es que no volaba sí desde hace mucho, jamás me arrepentiré de haber volado y volando pude volver a sentir algo que no pensé que volvería a sentir, amor.

"y a final del día, antes de dormir, te seguiré eligiendo a ti".