Siempre he sido malo para decir adiós.

¿Qué es un adiós?, forma para expresar que no volveremos a reírnos de lo mismo, a cruzar miradas, a sentir como late de rápido el corazón del otro cuando pronuncia nuestro nombre.

Siempre he sido malo escribiendo, pero tenía que hacerlo.

Porque en algún lugar tú me leerás, tal vez no hoy, tal vez no mañana, pero el destino es curioso y cuando menos lo esperes te llegará mi recuerdo a tu pecho, espero no sea doloroso como lo es para mí el tener tu voz retumbando por todo mi cuarto.

Jamás he podido soltar nada, ni a nadie. 

Son ellos los que se van, son ellos a los que no logro alcanzar, a pesar de mis esfuerzos constantes, se van, no vuelven.

Pero, ¿Por qué no te quedas otro ratico?

No prometo que todo será perfecto, pero será inolvidable, hay tanto por decirte, tanto por viajar, tantos besos por darte que es una terrible idea el que te marches.

La idea de estar solo no me aterra, siempre he estado en un limbo, pero vos a mí me descontrolas, me alegras el dia, la vida.

Incluso ahora, mientras te escribo, te juro que me rio de viejos momentos juntos, de pesadillas compartidas, de perdernos, de no llegar a estar juntos, mira como son las cosas ahora, tu, ya no estas, yo, me desvanezco. 

En esta catarsis, que es solo para decir que te extraño, sin rima, sin palabras agraciadas, sin exageraciones, solo te recuerdo y por mí está bien extrañarte, porque aún te amo, y también sé que de alguna forma la vida me dará la oportunidad para decirte cuando menos lo esperes:

"No te vayas, tengo mucho amor para darte todavía..."