Saltaron todas las alarmas en las redacciones periodísticas deportivas. Esos lugares que huelen rancio y que todavía apestan a calzoncillos y a franquismo. Esos lugares en los que se cuece la publicación de una cheerleder en tanga o la conspiración del chasquido de dedos en el himno o las mangas de la camiseta de un futbolista catalán.

Al central Piqué no se le podía ver la teórica bandera de España que supuestamente tenía que llevar en la manga de su camiseta. Una bandera que no existe en ninguna camiseta. Sólo aparece el rojo y el amarillo en las de manga corta pero no la bandera roja, amarilla y roja. En las camisetas de manga larga, como la que recortó Piqué, no aparece ningún color. Un caso que recordaba al de Puyol y Xavi con unas medias. 

Los medios de comunicación ya tenían para su festival particular en busca de clics fáciles. Todos cómplices de la miseria de vender polémica, estimular bajos instintos y odio hacia Cataluña. Unos medios de comunicación que ven a los aficionados como un simple número que vender a los anunciantes, como una mercancía que no tiene ningún derecho a la información.

Piqué zanjó el tema enseñando las mangas largas que había cortado y desnudó a la prensa casposa. Además el central dijo que se marcha de la selección después del Mundial de 2018.

El futbolista del Barcelona ha tenido que aguantar todo tipo de ofensas por parte de una prensa casposa que sufre una belenestebanización representada en Álvaro Ojeda, que llegó a decir en un medio de comunicación que su españolismo era preferir que perdiera la selección a que marcara Piqué. Un medio de comunicación, Okdiario dirigido por Eduardo Inda, que tiene en plantilla a un periodista que reconoció en el juicio de la Trama Púnica que Florentino Pérez le pagaba para contrarrestar la información negativa del Real Madrid. Al acto de presentación de Okdiario no faltó Florentino, lo presentó su amigo íntimo y exdircom Antonio García Ferreras. Durante la ponencia, Inda se dirigió varias veces a Florentino y, al finalizar la charla, ambos se fundieron en un efusivo abrazo.

Los medios de comunicación sirven a los que están en los palcos y sólo se interesan por los aficionados para dividirlos y mienten constantemente. Y los jugadores empiezan a despertar contra esta mafia mediática. Piqué, como Cuéllar en rueda de prensa, ha dicho basta.

Sólo puede haber palabras de agradecimiento para un futbolista que ha ganado un Mundial y una Eurocopa, nunca se ha borrado de un partido de la selección cuando muchos jugadores lo han hecho con el silencio de la prensa amiga. Piqué siempre lo ha dado todo mientras los medios alentaban los pitos de la grada por ser catalán.

El fútbol permite leer la vida y espejea como pocos fenómenos culturales la sociedad. Es un mal de España. Gracias, Piqué. Gracias por haber sangrado por La Roja mientras unos desalmados desangran el periodismo deportivo. Ojalá el fútbol un día no sea utilizado como arma arrojadiza sino como motivo de orgullo. Gracias, Piqué por honrar a la selección española.

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