Adriana Barraza humaniza a burócrata en "Todo lo demás"

Adriana Barraza da rostro a esos trabajadores invisibles de las grandes urbes en "Todo lo demás"

La primera actriz mexicana Adriana Barraza se metió en los zapatos de doña Flor, una solitaria burócrata, para la película "Todo lo demás" de Natalia Almada.

Flor es una mujer mayor que trabaja en una oficina del gobierno mexicano tramitando credenciales. Inflexible, detallista y meticulosa, el único que saca su lado más emotivo es su gato Manuelito, su única compañía en casa.

"Para el nivel de actriz que es me sorprendió mucho lo entregada que estaba. Hicimos dos semanas de rodaje nocturno, que para todos nosotros fue muy duro con la edad que tenemos, y ella lo aguantó", dijo el domingo a The Associated Press la productora Gabriela Maldonado. "Es una campeona".

Barraza, nominada al Oscar como mejor actriz de reparto en 2006 por el papel de Amelia en la cinta "Babel" de Alejandro González Iñárritu, cuenta entre sus títulos con películas latinoamericanas como "El cartel de los sapos" y "Amores perros", así como cintas estadounidenses como "Thor" y "Cake", y series como "The Strain".

"Puede sostener emocionalmente y narrativamente todo el drama", dijo el domingo en conferencia de prensa el productor Alejandro de Icaza. "Desde un principio se pensó que fuera Adriana. Conforme iba escribiendo Natalia a doña Flor, cada vez más era evidente que tenía que ser Adriana".

Por su parte, Almada recibió en 2009 el premio a la mejor dirección en un documental por "El general" en el Festival de Cine de Sundance y en 2012 el Premio MacArthur Genius. "Todo lo demás" es su cuarto largometraje y el primero de ficción. Almada no pudo estar presente en la presentación de la cinta en Morelia porque acaba de tener un hijo, mientras que Barraza se tuvo que ausentar por asuntos laborales.

En un principio Almada ideó la cinta como un documental y empleó técnicas de este género para lograrla, especialmente en las tomas en el metro en las que doña Flor está rodeada de una multitud y se mueve como un pasajero más.

"Tenemos una burbujita de extras y todos los demás es la gente real que se sube al metro", dijo la productora Mónica Reina-Kadner.

Almada logra escenas de impactante intimidad, como cuando Flor está en los vestidores de un deportivo con señoras que no son actrices profesionales y se bañan, aparentemente sin estar enteradas de que hay una cámara grabándolas.

"Son las señoras burócratas retiradas que van a nadar en esa alberca. Natalia estuvo platicando con ellas como si fuera a hacer un documental", dijo Reina-Kadner. "Logró sacar una presencia maravillosa".

"En el set jamás se escuchó 'acción', no se dijo 'acción' nunca", relató Maldonado sobre la manera de trabajar de Almada, quien prendía la cámara sin avisar y hacía "ensayos" que en realidad servían como tomas finales.

La directora también hizo un trabajo muy similar con los vendedores ciegos del metro que aparecen en escena. Esta cámara discreta se complementa muy bien con la fotografía de gran calidad de Lorenzo Hagerman, especialmente en las tomas picadas de la alberca donde Flor trata de superar su miedo al agua.

"Todo lo demás" ha sido estrenada en Nueva York y Roma, seguirá su recorrido en Mumbai y en el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata.

"Nos hace muy felices que vaya a lugares como Mumbai, Pakistán, Río de Janeiro, donde estamos seguros que al igual que en México estará lleno de doñas Flores, personas fantasmagóricas que la sociedad en general no ve", dijo Icaza. "Lo que más queremos con esta película es eso, que estas personas que están en todo el planeta cuando vean la película se vean reflejadas y por fin se sientan identificadas".

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