Cuestionan a policía en desaparición de latinos en NY

Cuestionan actuación de la policía tras desaparición de adolescentes latinos en Nueva York

Cuestionan a policía en desaparición de latinos en NY

Algunos adolescentes hispanos comenzaron a desaparecer a principios de este año en Brentwood, un suburbio de clase trabajadora ubicada a 65 kilómetros (40 millas) al este de la ciudad de Nueva York.

Miguel García Morán, de 15 años, desapareció en febrero. Oscar Acosta, de 19 años, fue reportado desaparecido en mayo. José Peña Hernández, de 18 años, desapareció en junio.

Si la policía notó el patrón, no dijo nada públicamente hasta septiembre, luego que dos chicas de la secundaria Brentwood, de 15 y 16 años, murieron a golpes, en lo que investigadores sospechan que fue un ataque perpetrado por integrantes de la violenta pandilla MS-13.

Semanas después, todos los adolescentes fueron hallados sin vida. Sus restos estaban escondidos en áreas aisladas del pueblo, incluyendo el terreno de un centro psiquiátrico estatal que está parcialmente abandonado.

Ahora, algunos activistas latinos de Long Island se preguntan por qué las autoridades no dieron antes la voz de alarma sobre la racha de desaparecidos. Un portavoz de la policía de Suffolk dijo que la información que dan sobre cada caso varía, dependiendo de las circunstancias.

El comisionado de la policía del condado no ha dicho cuántos muchachos más podrían estar desaparecidos.

"Lo que nos quedó claro en los últimos meses, y ahora que se han encontrado los cadáveres tenemos evidencia, es que la policía no ha estado tomando los casos seriamente", dijo Walter Barrientos, líder de un grupo de activistas hispanos.

La policía del condado Suffolk comenzó a destinar recursos a los casos luego de las muertes de Nisa Mickens y Kayla Cuevas, quienes fueron atacadas el 13 de septiembre en un vecindario residencial cerca de una escuela primaria.

Los detectives sospechan que todos son posibles víctimas de la pandilla MS-13, con orígenes en El Salvador y que tiene puestos de avanzada en varias comunidades a lo largo de Estados Unidos. También se investiga el reciente asesinato de una sexta persona en Brentwood, un hombre de 34 años de edad.

La campaña en contra de presuntos miembros de la pandilla ha resultado en cerca de 35 arrestos. Cinco supuestos miembros de la MS-13 están bajo custodia federal y se espera que sean acusado bajo estatutos de crimen organizado.

Pero hay dudas sobre lo que hicieron los investigadores para intentar encontrar a los adolescentes hace meses.

"Parece que no hicieron gran cosa. ... Nunca nos dijeron nada", comentó Ana Arias, tía de Acosta. Tras su desaparición, Arias dijo que ella y la madre del joven fueron a negocios locales y a su escuela en busca de pistas.

Justin Meyers, un portavoz de la policía del condado Suffolk, dijo todos los casos de personas desaparecidas se investigan a fondo.

Meyers dijo que la cantidad de información que la policía revela de manera pública varía en cada investigación, dependiendo de si se encuentran circunstancias sospechosas o si aparentemente la persona simplemente huyó.

"Si te enfocas en un caso como un posible homicidio o algún otro acto criminal, será distinta la manera en que difundes la información o la haces llegar al público", comentó.

Durante más de un mes, el comisionado de policía del condado Suffolk, Timothy Sini, se ha rehusado a revelar si existen más jóvenes desaparecidos en Brentwood.

Inicialmente, dijo que la cifra no estaba disponible, pero cuando se le presionó al respecto dijo que la policía estaba al tanto pero no se sentía cómoda difundiendo dicha información.

"Dar a conocer demasiados detalles podría poner en peligro ciertos casos", dijo Sini a The Associated Press.

Así como no detalló el número de adolescentes desaparecidos, tampoco identificó a ninguno de los más de 30 sospechosos ni señaló qué fue lo que hicieron. Lo que sí comentó fue que los operativos han resultado en un descenso en el índice de crímenes violentos. Nadie ha sido acusado en relación con ninguno de los homicidios.

"Estamos sacudiendo las ramas, presionando a ciertos individuos, recibiendo información y actuando con base en dicha información", afirmó Sini.

A la MS-13 se le atribuyen otros 30 homicidios tan solo en Long Island desde 2010.

Se sabe desde hace más de una década de la creciente amenaza de las pandillas en los suburbios, pero los esfuerzos por detener el crecimiento de la violencia han fallado en repetidas ocasiones.

Los detractores afirman que el departamento de policía se vio obstaculizado en la recolección de inteligencia cuando el anterior jefe, James Burke, retiró a algunos detectives del grupo federal de trabajo en pandillas entre 2012 y 2013.

Sini, quien se convirtió en jefe del departamento tras el arresto el año pasado de Burke por cargos de haber golpeado a un sospechoso de robo en la estación de policía, dijo que ha trabajado por restaurar las relaciones entre su departamento y el FBI.

Barrientos, del grupo de activistas, dijo que el departamento también necesita tranquilizar a la comunidad hispana.

Dijo que es importante "que cuando nuestros hijos desaparecen en las comunidades de color, recibirán el mismo trato de urgencia que los niños que desaparecen en otras comunidades, en las que vemos Alertas Amber o alertas de personas desaparecidas horas después que se presentó el reporte".

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La periodista de Associated Press Claudia Torrens contribuyó con este despacho desde Nueva York.

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