Trump escoge a Jeff Sessions para ser secretario de justicia

Donald Trump anuncia nombramientos en su equipo, apunta a un giro a la derecha en las políticas de seguridad nacional de EEUU

Trump escoge a Jeff Sessions para ser secretario de justicia

El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, evidenció un agudo giro a la derecha en cuanto a políticas de seguridad nacional del país al anunciar el viernes que nominará al senador Jeff Sessions de Alabama como secretario de Justicia y al representante de Kansas Mike Pompeo como director de la CIA, optando por un par de acérrimos conservadores a medida que forma su gabinete.

Trump también nombró al teniente general en retiro Michael Flynn como su asesor de seguridad nacional. Flynn, exdirector de inteligencia militar, ha acusado al gobierno del presidente Barack Obama de ser demasiado blando respecto al terrorismo y ha catalogado al islam como una "ideología política" e impulsora del extremismo.

Sessions y Flynn fueron fervientes partidarios de Trump durante la campaña y sus nuevos puestos fueron vistos en parte como una recompensa por su lealtad.

Las designaciones ofrecen el primer boceto del gabinete de Trump y del equipo de seguridad nacional. Dada su falta de experiencia para gobernar y las vagas propuestas sobre políticas que ofreció durante la campaña, su selección de asesores está siendo observada muy de cerca tanto a nivel nacional como internacional.

Las decisiones iniciales de Trump dejan entrever una participación militar más agresiva en estrategia antiterrorista y un mayor énfasis en el papel del islam para avivar el extremismo. Sessions, que es mejor conocido por sus posturas de línea dura sobre la inmigración, ha puesto en tela de juicio si los sospechosos de terrorismo deberían beneficiarse de los derechos disponibles en los tribunales de Estados Unidos.

Pompeo ha afirmado que los líderes musulmanes son "potencialmente cómplices" en los ataques si no denuncian la violencia perpetrada en el nombre del islam.

La nominación de Pompeo para encabezar la CIA abre de paso la posibilidad de que Estados Unidos reanude la tortura de detenidos. Trump ha respaldado las duras técnicas de interrogatorios que Obama y el Congreso habían prohibido, y ha afirmado que el país "debería actuar con más dureza que en la aplicación del llamado 'submarino''', una tortura que simula ahogamiento. En 2014, Pompeo criticó a Obama por "poner fin a nuestro programa de interrogatorio" y dijo que los funcionarios de inteligencia "no son torturadores, son patriotas".

En un asunto por separado el viernes, se anunció que Trump ha llegado a un acuerdo por 25 millones de dólares para zanjar tres demandas contra la Trump University, su antigua escuela para inversionistas en bienes raíces. Las demandas aseguraban que la escuela engañó a los estudiantes y nunca cumplió con las promesas en programas que costaron hasta 35.000 dólares.

Trump ha rechazado las acusaciones y había dicho repetidamente que no llegaría a un acuerdo extrajudicial. El secretario de Justicia de Nueva York, Eric Schneiderman, que anunció el trato, lo llamó "un sorprendente cambio de rumbo de Donald Trump y una enorme victoria para las más de 6.000 víctimas de esta universidad fraudulenta".

Los mensajes en busca de declaraciones de los abogados y de una vocera de Trump no fueron respondidos de momento.

Por su parte, el vicepresidente electo, Mike Pence, asistió al exitoso musical de Broadway "Hamilton", algo que han hecho otras personas célebres, pero fue el primero en marcharse tras un reproche.

Tras caer el telón, el actor Brandon Victor Dixon, que interpreta a Arron Burr, el tercer vicepresidente del país, recitó un mensaje desde el escenario para Pence: "Nosotros, señor, somos los Estados Unidos de la diversidad que se sienten alarmados y preocupados de que su nuevo gobierno no vaya a protegernos a nosotros, a nuestro planeta, a nuestros hijos, a nuestros padres, o a defendernos y respaldar nuestros derechos inalienables", dijo. "En verdad confiamos en que este espectáculo lo haya inspirado para respaldar nuestros valores estadounidenses y trabajar por todos nosotros".

La aparición de Pence en el teatro provocó vítores y abucheos. Abandonó su asiento antes de que Dixon terminara de hablar, un episodio sin precedentes. Sin embargo, el vicepresidente electo aguardó de pie en el pasillo junto a la entrada del auditorio y escuchó el mensaje entero, indicó un portavoz del espectáculo.

Trump no anunció su selección de miembros de su Gabinete en persona, sino que emitió un comunicado. Esta semana no se ha presentado en público, refugiándose en su rascacielos de Nueva York para sostener reuniones. Pasará el fin de semana en su club de golf en New Jersey.

Tanto Sessions como Pompeo requieren ser confirmados por el Senado antes de asumir los puestos anunciados; Flynn no.

Algunos miembros de grupos de defensa de minorías han expresado su preocupación por los nombramientos del magnate, señalando que sus elecciones amenazan la unidad nacional y prometen retrocesos en el progreso de las minorías raciales, religiosas y de orientación sexual. Comentarios atribuidos a los hombres nombrados, señalan podrían alentar a algunos estadounidenses a atacar a miembros de minorías.

Se espera que la mayoría de los nombramientos de Trump se confirmen con relativa facilidad, dada la mayoría republicana en el Senado. Sin embargo, existen posibles obstáculos, especialmente en el caso de Sessions, el primer senador que apoyó a Trump y uno de los miembros más conservadores del Senado.

Cuando fue nominado como juez federal en 1986, surgieron denuncias de que hizo comentarios racistas cuando era fiscal en Alabama. Sessions negó las acusaciones, pero retiró su candidatura.

Los republicanos expresaron su apoyo el viernes. El líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell, describió a su colega en el Senado como "de principios, franco y trabajador".

Sessions llevaría al Departamento de Justicia una consistente actitud conservadora. Se ha opuesto a los planes de cerrar el centro de detención en la bahía de Guantánamo y se ha hecho eco de las acusaciones sobre fraude electoral, un problema que los actuales responsables del Departamento consideran de escala insignificante.

Pompeo, que se graduó primero de su clase en la academia militar estadounidense en West Point, es un republicano conservador y un duro crítico del acuerdo nuclear de Obama con Irán. Ha afirmado que el excontratista de la Agencia de Seguridad Nacional Edward Snowden debería ser procesado y sentenciado a muerte por difundir documentos secretos sobre programas de vigilancia en los que el gobierno de Estados Unidos recolectó registros telefónicos de millones de estadounidenses.

Anthony Romero, director de la Unión Americana de Libertades Civiles, dijo que las opiniones de Pompeo plantean preocupaciones sobre la "privacidad y el debido proceso de la ley".

El presidente electo aún está valorando a varios candidatos para otros cargos importantes de seguridad nacional. Se cree que entre las opciones a secretario de Estado están el exalcalde de Nueva York Rudy Giuliani, el exembajador estadounidense ante Naciones Unidas John Bolton, el senador de Tennessee Bob Corker y la gobernadora de South Carolina, Nikki Haley, que se reunió el jueves con Trump.

El empresario tenía previsto reunirse el sábado con el general retirado James Mattis, uno de los nombres que se barajan para dirigir el Pentágono. También esperaba reunirse con el candidato republicano a la presidencia de 2012, Mitt Romney, que tachó a Trump de "estafador" y "fraude" en un duro discurso en marzo. Trump respondió refiriéndose varias veces a Romney como "perdedor".

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Pace reportó desde Washington. Los periodistas de The Associated Press Errin Whack, Catherine Lucey, Jill Colvin, Stephen Braun, Robert Burns and Jack Gillum y Elliot Spagat en San Diego contribuyeron a este despacho.

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Julie Pace está en Twitter como http://twitter.com/jpaceDC y Jonathan Lemire como http://twitter.com/JonLemire

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