En 1988 un indómito Quique Setién dijo sobre Jesús Gil: "No tenemos narices para decir claramente lo que opinamos. Es triste lo que pasa en el fútbol y que lo permitamos". Eran los inicios de una época de expansión mercantilista del deporte y del capitalismo globalizado. La industria había sido creada para lucrar a unos corruptos alrededor de un juego y los aficionados irían convirtiéndose en meros clientes de consumo masivo.

Aquel futbolista fino, Enrique Setién Solar, más conocido como Quique Setién, ya mostraba una alta dosis de rebeldía. A día de hoy muestra su desobediencia al mundo del fútbol desde el banquillo de Las Palmas. Setién cogió al equipo en penúltimo lugar con cinco puntos en ocho jornadas en la temporada 2015-16. Las Palmas terminó el curso en undécima posición con 44 puntos, consiguiendo 39 puntos en 30 jornadas con un juego distintivo de toque.

Este año ha ido más allá y Setién ha profundizado en la mejora del estilo. Tiene una idea a desarrollar en los entrenamientos. "El 95% de los jugadores quiere tener el balón y no correr detrás de él. Me beneficia. Es mi forma de entender el fútbol", explica el técnico del conjunto canario, que asegura que todo lo que sabe de entrenador lo aprendió del Barça cuando jugaba contra ellos y corría detrás del balón.

Lamentablemente el equipo de Las Palmas ha aparecido más en la prensa por líos extradeportivos que por el buen juego desplegado esta temporada. En su día el entrenador Marcelo Bielsa reflexionó sobre esta deriva de los medios de comunicación: "No les interesa el contenido del entrenamiento, sino ver si pueden percibir algún conflicto para amplificarlo. El público debe saber que ustedes los periodistas quieren ver el entrenamiento para amplificar algún problema de relación en el grupo y no para informar sobre el juego". 

Las Palmas es el décimo equipo en posesión de la Liga con un 57% y es el décimo de toda Europa por delante de equipos como Real Madrid, Chelsea, Manchester United, Juventus o Arsenal, y el noveno en porcentaje de acierto en pases con un 84,4%, por delante incluso del Manchester City de un obsesivo de la creación del juego como Pep Guardiola.

En el mercado invernal se ha reforzado con la cesión de Halilovic, un futbolista que encaja a la perfección con la filosofía de fútbol atrevido de Setién. Cuatro jugadores Viera (30), Castellano (29), Mesa (23), Tana (16) del equipo han hecho más regates que Cristiano Ronaldo (15) esta temporada. Mención aparte merece el pequeño jugón Roque Mesa.

Dime qué centrocampista tienes y te diré quién eres, aseguran los puristas del juego de posición. De una inteligencia superior, Mesa roba con la astucia de un zorro y entrega con la precisión de un cirujano. Es la extensión de Setién en el terreno de juego y su entrenador dice que el canario de 27 años debe ser la alternativa a Busquets en la selección. Ahí es nada. Y es que este año es el futbolista español con más pases buenos de la Liga.

En verano Monchi le echó un ojo y el Sevilla estuvo a un paso de hacerse con sus servicios. Su cláusula es de 30 millones y su valor de mercado, según la web Transfermarkt, ha subido de un millón de euros a 9 millones en sólo 10 meses.

La hinchada canaria está muy orgullosa de Mesa y de su equipo. Sin embargo, como aquel joven Setién en el 88 manifiesta su enfado con el fútbol moderno y con Tebas: "Seguimos sumando lunes y viernes. Restando tifos, viajes y pasiones", rezaba una pancarta en la última victoria ante el Valencia. 

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