Reporte: No hay forma de medir éxito de muro fronterizo

Un reporte de un grupo de supervisión del Congreso indica que Estados Unidos aún no tiene una manera de medir qué tan bien funciona la cerca fronteriza para detener los cruces ilegales desde México

Reporte: No hay forma de medir éxito de muro fronterizo

Estados Unidos aún no tiene una manera de medir qué tan bien funciona la cerca fronteriza para detener los cruces ilegales desde México, de acuerdo con un reporte de un grupo de supervisión del Congreso emitido el jueves.

El presidente Donald Trump prosigue con sus planes de construir un muro a lo largo de la frontera, pero la Oficina de la Contraloría del Congreso de Estados Unidos (GAO por sus iniciales en inglés) dijo en el reporte que primero se deberían desarrollar formas de evaluar la efectividad de las barreras fronterizas.

La cerca actual cubre aproximadamente 1.046 kilómetros (650 millas) de la frontera de 3.200 km (2.000 millas), y gran parte de ella fue construida durante el segundo período de gobierno del presidente George W. Bush. El reporte agrega que la construcción de la cerca costó 2.300 millones de dólares de 2007 a 2015.

A pesar de estas inversiones, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza "no puede medir la contribución de las cercas a las operaciones de protección fronteriza a lo largo de la frontera suroeste, porque no ha desarrollado medidas para esta evaluación", dijo la agencia en el reporte de 75 páginas.

Los esfuerzos para medir tal éxito fueron abortados en 2013 debido a una confrontación presupuestal entre el presidente Barack Obama y el Congreso, según el reporte, el cual recomienda desarrollar mediciones de efectividad para justificar un mayor gasto.

Trump reiteró el jueves durante una conferencia de prensa sus planes de construir un muro en la frontera con México y prometió negociar un precio bajo.

Los cálculos de costo de construcción han variado ampliamente. El reporte de la GAO se apegó a su cálculo de 2009 de 6,5 millones de dólares por milla (1.600 metros) para una cerca que evite la entrada de personas a pie y de 1,8 millones de dólares por milla para bloqueos de vehículos. En la actualidad hay 570 kilómetros (354 millas) de cerca para peatones y 480 km (300 millas) de barreras para vehículos.

Los líderes republicanos en el Congreso han dicho que el muro de Trump costaría entre 12.000 y 15.000 millones de dólares, mientras que Trump ha aludido a que serían 12.000 millones.

Un reporte interno del Departamento de Seguridad Nacional preparado para el secretario John Kelly calcula el costo de extender el muro a toda la frontera con México en aproximadamente 21.000 millones de dólares, según un funcionario del gobierno federal que está involucrado en asuntos fronterizos. El funcionario solicitó no ser identificado debido a que no se ha publicado el reporte.

El documento de Seguridad Nacional propone una fase inicial que extendería las cercas 42 kilómetros (26 millas) y una segunda etapa que agregaría 243 kilómetros (151 millas), más 438 kilómetros (272 millas) "de reemplazo" donde ya están instaladas cercas, según el funcionario. Esas fases costarían 5.000 millones de dólares.

Para la Patrulla Fronteriza ha sido extremadamente difícil decir con algún grado de precisión qué tan bien están funcionando las cercas, aunque pocos ponen en duda que han contribuido a una enorme disminución de cruces ilegales en ciudades como San Diego, California, y el El Paso, Texas, donde la gente se puede mezclar fácilmente una vez que está en suelo estadounidense. Antes de que se construyeran las cercas en San Diego, quienes cruzaban jugaban fútbol en territorio estadounidense hasta que caía la noche, lo que abrumaba a los agentes fronterizos.

San Diego fue el corredor más activo de cruces ilegales hasta fines de la década de 1990, cuando la implementación de medidas empujó el flujo de migrantes hacia Arizona y otras áreas más remotas, donde muchas personas han muerto por el calor.

Kelly dijo la semana pasada a los legisladores que le gustaría un buen avance del muro en dos años, pero dejó abierta la posibilidad de que no se extienda a áreas donde ya existen barreras físicas naturales.

El secretario dijo que después de una gira por la frontera en Arizona y California recibió sugerencias de empleados sobre dónde construir primero.

"Tomaré eso en cuenta. Lo llevaremos a Washington, lo pondremos en una mezcladora y llegaremos a una solución", agregó.

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