Nunca más volverá a dar una entrevista a la Cadena SER. Así respondió Gerard Piqué a las desvergüenzas del Carrusel Deportivo, decano de la radio deportiva en horas bajas, que hizo un sorteo para votar en qué minuto vería la tarjeta amarilla el central del Barcelona.

Según explicaron, Piqué tenía 4 amarillas y forzaría la quinta para cumplir ciclo y llegar limpio ante el Sevilla. Finalmente, Piqué acabó el partido contra el Valencia sin ver la supuesta cartulina amarilla y terminó él haciendo un sorteo de una camiseta de la selección. "La SER me ha pedido hacer una entrevista durante el periodo de la Selección. Después de la brillante idea de su sorteo, ¿qué debo responder?", expresó el central catalán.  

Las opciones eran: 1- Sí, a pesar del sorteo. 2- No, gracias. 3- No, mejor el año que viene. 4- No, nunca más. Esta última fue la que acabó ganando entre sus seguidores en twitter con un 28% de los votos. 

Piqué explica la realidad naciente con las redes sociales y el nuevo espacio público que se ha abierto en el mundo del deporte. El futbolista del Barcelona tiene 14 veces más seguidores en su plataforma de twitter (14 millones) que la Cadena Ser del grupo PRISA (un millón). Un grupo mediático que se comprometió a ahorrar cada año 1,2M? (hasta 2018) para pagar a su presidente Cebrián el retirement bonus mientras no paga a sus becarios y echó a gran parte de sus trabajadores. Además fue uno de los hacedores del golpe a la autonomía de un partido político como el PSOE de Pedro Sánchez. Los accionistas de este grupo van desde un sultán de Qatar hasta Telefónica pasando por los bancos Santander, La Caixa o HSBC.

Tras lo acontecido sale más perdiendo la SER y PRISA que Piqué y el Barcelona. Clubes y futbolistas ya no necesitan a estos medios para que su mensaje llegue al público.

Ya explicó Pique en una entrevista para la revista Panenka: "El jugador tiene cada vez más poder y usa menos a la prensa. Algunos tenemos más seguidores que el periódico deportivo más leído en España", refiriéndose al diario Marca. Anteriormente Gérard Piqué anunció su marcha de la selección española después de que se inventaran una noticia de que se había cortado la bandera. Piqué zanjó el tema enseñando las mangas largas que había cortado sin bandera y desnudó a la prensa más casposa.

Ayer el azote de Piqué volvió a dejarla en evidencia delante de todo Twitter. El fútbol necesita más jugadores que se enfrenten a un establo mediático que envilece el deporte. Piqué no fue amonestado, ¿quién sancionará a los programas que dañan la imagen de un futbolista y venden odio? 

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