Presunto capo italiano es arrestado en Brasil

Un capo prófugo de la 'ndrangheta acusado de tráfico internacional de drogas fue arrestado en un aeropuerto en Brasil, dijeron las autoridades italianas el sábado.

El ministro del Interior, Marco Minniti destacó el arresto, el viernes, de Vincenzo Macri, de quien dijo es un capo del clan mafioso Commisso, que tiene su base en Siderno, Calabria.

Los dos años de fuga de Macri finalizaron cuando presentó un documento de identidad con nombre falso en el aeropuerto de Sao Paulo el viernes.

La prensa italiana dijo que Macri, de 52 años, planeaba volar a Caracas, donde se cree que residía. Dijo que actuaba de mediador en transacciones internacionales de cocaína de la 'ndrangheta, uno de los principales traficantes mundiales de la droga.

Las autoridades dicen que Macri heredó el puesto de su padre, Antonio Macri, presunto capo del clan. Tenía unos 10 años cuando su padre fue asesinado en Calabria en 1975 después de un partido de bochas y en medio de una lucha sangrienta entre clanes. Macri padre era conocido como capo de dos mundos debido a sus lazos estrechos con mafiosos de América del Norte y Australia.

La policía federal brasileña dijo que entre 2004 y 2015, Vincenzo Macri formó parte de una organización delictiva internacional que importaba y traficaba cocaína y hachís de Marruecos, Holanda y la República Dominicana. Las drogas llegaban a Italia en contenedores marítimos.

Macri estaba prófugo desde 2015, cuando las autoridades italianas lo acusaron de tráfico internacional de drogas y asociación mafiosa.

Un alto funcionario de la policía italiana, Alessandro Giuliano, dio crédito a la excelente cooperación establecida desde hace tiempo con los agentes federales de Estados Unidos para ayudar a la captura de Macri.

El diario italiano Corriere della Sera dijo que agentes del FBI habían arrestado a Macri en 1990 por tráfico de drogas y que cumplió una sentencia en prisión hasta principios de la década del 2000. Posteriormente se mudó a Holanda, donde dirigió una florería.

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La reportera de AP Sarah DiLorenzo contribuyó con este despacho desde Sao Paulo, Brasil.