Tiempos oscuros en los que hay que defender lo obvio. Una parte de España no quiere a Gerard Piqué en la Selección por haber votado en el referéndum de Catalunya. El jugador catalán ha llorado, ha sangrado, ha jugado infiltrado, de capitán y ha levantado títulos con la selección.

Esta temporada es el futbolista que más minutos ha disputado con La Roja (505 minutos, por los 450 de De Gea y Sergio Busquets, en segunda posición). Sin embargo, los medios tradicionales españoles, a los que su figura desborda, no le perdonan que pida democracia y que condene la represión policial por parte del gobierno de Rajoy.

Después de disputar el partido contra la UD Las Palmas, Piqué rompió a llorar defendiendo el derecho a decidir de su pueblo. Ocho minutos ante los medios de comunicación que son un ejercicio democrático y deberían ser escuchados sin los filtros mediáticos. El partido nunca se debió jugar ante la gravedad de los hechos (900 heridos y 319 colegios electorales cerrados a la fuerza bruta).

El presidente de la Liga, Javier Tebas, fascista confeso, que estuvo en la marcha convocada por la ultraderecha española, y el presidente del Comité de Competición, Francisco Rubio, que publicó unos incendiarios tuits aplaudiendo las cargas policiales, no estaban por la labor ni por la decencia democrática y desoyeron la demanda y presionaron para que no se suspendiera: el Barça perdería 6 puntos si no se jugaba ese día el encuentro. Bartomeu decidió hacerlo a puerta vacía. Una decisión criticada por muchos socios culés, ya que la entidad catalana tiene una historia detrás, un presidente fusilado por el fascismo, y siempre hace gala de su vocación democrática y catalanista del Més que un club. 

El discurso de que 'no hay que mezclar política y deporte' es inyectado en vena por los medios, que aprovechan el franquismo sociológico, que todavía vive España del 'tú no te metas en política'. No meterse en política, no hacer política, es estar condenado a que alguien la haga contra ti. Los medios internacionales no entienden que Piqué sea pitado e increpado por expresarse libremente, y todos han condenado la violencia policial del Estado en sus portadas. Estamos viviendo un desborde del régimen del 78, que es desenmascarado en redes, y al que los medios manipuladores españoles aplauden, ya que sobreviven por sus subvenciones. 

En el último entrenamiento de la selección se vivieron imágenes dantescas. Aficionados insultando a Piqué con cánticos bochornosos: "Piqué, cabrón, fuera de la selección, España es tu nación". En los vídeos puede observarse que varios llevaban la camiseta de Cristiano Ronaldo del Real Madrid. En este país parece que molesta más Piqué introduciendo un voto en una urna en Cataluña, que CR7 escondiendo el dinero en las Islas Vírgenes.

Las portadas de los diarios AS y Marca, los editoriales de La Sexta, Cuatro, Antena 3, La 1, Telecinco, en lugar de criticar los insultos al futbolista catalán, añaden más gasolina, venden catalanofobia y lo tratan como a un delincuente. Nada que ver con el caso Cristiano Ronaldo tratado como víctima por la acusación de fraude de 14,7 millones de euros por parte de Hacienda. 

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