Irán busca aflojar control de la Guardia Revolucionaria
DUBAI, Emiratos Árabes Unidos (AP) El líder supremo de Irán ayatola Alí Jamenei le ordenó a la Guardia Revolucionaria que afloje su control sobre la economía, dijo el ministro de defensa, creando expectativas de que la organización paramilitar privatice algunas de sus vastas propiedades.
Los comentarios del general Amir Hatami parecen ser un intento de probar la reacción a la idea, promovida desde hace tiempo por el presidente Hassan Rouhani, relativamente moderado. Protestas por el mal estado de la economía nacional desembocaron el mes pasado en manifestaciones contra el gobierno.
Pero no estaba claro si la Guardia, que controla aproximadamente un tercio de la economía iraní, aceptará.
Hatami, el primer oficial no afiliado con la Guardia en ser nombrado ministro de Defensa en casi 25 años, hizo los comentarios en una entrevista publicada el sábado por el diario estatal IRAN. Dijo que el líder Jamenei le ordenó a las fuerzas armadas regulares y a la Guardia que se salgan de negocios no conectados directamente con sus funciones.
"Nuestro éxito depende de las condiciones del mercado, dijo Hatami, de acuerdo con el periódico.
No dio el nombre de compañías que serían privatizadas.
La Guardia Revolucionaria no reconoció de inmediato las órdenes del líder supremo en sus propias publicaciones, ni tampoco lo hizo la oficina de Jamenei. Sin embargo, el líder supremo a menudo ha usado intermediarios para comentar sobre asuntos controversiales, especialmente desde las protestas del 2009. La Guardia es una de sus mayores fuentes de respaldo.
La Guardia Revolucionaria emergió de la Revolución Islámica de 1979 en Irán como una fuerza para proteger su sistema político, que es controlado por clérigos chiíes. Opera paralelamente a las fuerzas armadas regulares y su prominencia creció durante la larga y costosa guerra con Irak en los ochenta. Está a cargo del programa de misiles balísticos de Irán, además de sus propias operaciones de inteligencia y fuerza expedicionaria.
Tras la guerra contra Irak, las autoridades le permitieron a la Guardia expandir sus actividades al sector privado.
Actualmente, opera una enorme compañía de construcción llamada Khatam al-Anbia, con 135.000 empleados manejando construcciones civiles, la industria petrolera y asuntos de defensa. Firmas de la Guardia Revolucionaria construyen caminos, administran puertos y redes de telecomunicaciones e incluso realizan cirugías.
