Venezuela un Estado Paria con un pueblo martirizado

Venezuela un Estado Paria con un pueblo martirizado
??scar Pérez, en una protesta contra el Gobierno de Venezuela el pasado mes de julio. AFP

¡Ay como dueles Venezuela! Tanta sangre derramada por tu libertad, tantos presos de conciencia, tantos desterrados, multitud de ciudadanos castigados por la narco dictadura genocida, la que además de crimen y represión le ha impuesto al bravío pueblo de Bolívar; pobreza, hambre, falta de medicinas, inseguridad ciudadana, impunidad para sus verdugos. Y todo esto, ante la mirada estupefacta del mundo, quien recién ahora desde la voz de algunos gobiernos beligerantes, ha empezado a llamar a la realidad venezolana por su nombre. Una suerte de locura, desenfreno y cinismo envuelve a la cúpula chavista en el poder, Nicolás Maduro, el genocida venezolano parece disfrutar el dolor de los venezolanos aferrándose sin ningún sentido al poder, apenas sostenido por las armas de un sector de las fuerzas armadas y los lumpen paramilitares que el financia.

Con una alianza de oposición que parece navegar sin brújula, y uno que otro tonto útil que pretende contribuir desde tribunas aparentemente adversas, a un lavado de cara del genocida régimen de Maduro. Venezuela se desangra sin más opción al parecer, que la de ser declarada por organismos internacionales tales como la OEA la ONU, el MERCOSUR y otras instancias y potencias mundiales comprometidas con los valores de la libertad, la democracia y la justicia, como un ESTADO PARIA. Esta declaración terminaría no solo por aislar y desconocer totalmente a la narco dictadura, también daría el liderazgo al pueblo venezolano organizado en sus distintas expresiones, para habilitar corredores humanitarios que alivien a lo inmediato su angustioso martirio.     

Los crímenes de lesa humanidad del gobierno chavista son más que evidentes, la reciente masacre del Junquito, en el municipio el libertador de la capital venezolana el pasado 15 de enero del presente año, no deja duda alguna. Seis ciudadanos con un alto sentido de patriotismo y sacrificio por su pueblo, tras horas de combate con fuerzas militares de la narco dictadura, intentaron entregarse al resultar heridos en combate, sin embargo, a como quedó registrado en las redes sociales, el objetivo del régimen era matar a los integrantes de aquel grupo rebelde con el propósito de evidenciar su mensaje a la sociedad venezolana sometida ante los desmanes del chavismo. Poco queda por hacer entonces desde el esfuerzo diplomático internacional o incluso, desde la OEA.

La última ocurrencia de la ilegitima Asamblea Nacional Constituyente (el monstruito político del régimen) ha sido la convocatoria a una elección presidencial para el primer cuatrimestre del corriente año, esta justa electoral por supuesto, muy conveniente para la tiranía, sin garantía alguna para el pueblo venezolano adverso al régimen, sin un tribunal electoral digno, creíble, apegado a la constitución o por lo menos, ajeno a la corrupción y represión de la tiranía. Esa elección es una farsa como todo lo que hace el chavismo. Es la hora de quitarle de una vez por todas la máscara a los verdugos, Venezuela es un Estado Paria y así debe declararse por la Comunidad Internacional, no merece pues, ningún reconocimiento la narco dictadura, ni política, ni económica, ni diplomática. 

Los latinoamericanos nos acercamos a la hora de presenciar un nuevo amanecer para el noble y hermano pueblo venezolano, nos acercamos a la hora de la reconciliación con justicia, a la hora de la democracia con pan, a la hora de la bonanza económica sin corrupción con transparencia, a la hora en que cada venezolano se beneficie de la explotación de sus recursos naturales y minerales (petróleo) antes de que estos, sirvan para financiar a otros regímenes corruptos y totalitarios como los de Cuba, Nicaragua y Bolivia. No podemos olvidar a cada uno de los centenares de ciudadanos, hombres y mujeres de la patria Bolivariana asesinados por el régimen genocida por el simple hecho de luchar por su libertad. Desde aquí nuestro reconocimiento a todos ellos, cuya lista inscribe a los seis héroes y mártires del Junquito.

Justicia y paz para todos. Gracias a ustedes; Daniel Soto, Abraham Lugo Ramos, Jairo Lugo Ramos, José Alejandro Díaz, Abraham Agostini y al inspector de la policía científica Oscar Pérez. Sus nombres sin duda serán parte vital de la historia, cosa fácil es callar o no confrontar a la injusticia por comodidad, cosa seria es poner la vida frente al altar de la patria para mostrar la luz libertaria a quienes quizás, cansados o desmotivados, creen que la lucha está perdida. ¡Ay como dueles Venezuela! Dueles como dolores de parto de un amanecer que se acerca para soñar con la república que por ahora convalece, pero con pronósticos satisfactorios de libertad, democracia, justicia y paz. 

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