Esquiadora brasileña sueña con recuperación, 4 años después

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Esquiadora brasileña sueña con recuperación, 4 años después
En esta foto del 1 de febrero de 2018, la ex gimnasta y esquiadora Lais Souza recibe fisioterapia en Ribeirao Preto, Brasil (AP Foto/Andre Penner)

RIBEIRAO PRETO, Brasil (AP) Lais Souza se imaginaba desfilando con la delegación brasileña en el Estadio Olímpico durante la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2014, en Sochi. La gimnasta había incursionado en el esquí acrobático y se había clasificado inesperadamente a los Juegos Olímpicos de Sochi tras apenas seis meses de prácticas.

Pero el sueño se truncó dos semanas antes de que comenzaran aquellos juegos. Souza sufrió una caída y se golpeó la cabeza contra un árbol durante un entrenamiento en Utah. La ex gimnasta olímpica quedó paralizada del cuello hacia abajo y apenas podía respirar por su cuenta.

Durante los cuatro años siguientes, Souza emprendió el camino hacia la recuperación. Pasó 11 meses hospitalizada en Miami, se sometió a incontables cirugías y recibió cuidado constante de su madre y sus enfermeras.

Hoy puede doblar el torso y mover ligeramente los hombros. Ha recuperado ligeramente la sensibilidad en los codos. Su cuello, otrora roto, luce más fuerte, y la exdeportista puede respirar con la facilidad suficiente como para impartir sus conferencias de motivación.

Y ahora, está dando un paso más hacia la sanación psicológica. Mirará los Juegos Olímpicos de Invierno que se realizan en Pyeongchang, Corea del Sur.

Recuerdo que miré competir a algunos de mis amigos en Sochi, pero yo estaba todavía bajo los efectos de las drogas en el hospital, rememoró la brasileña de 29 años en declaraciones a The Associated Press desde su modesta vivienda en Ribeirao Preto, una localidad ubicada al norte de Sao Paulo, a unas cuatro horas en automóvil. Definitivamente necesito mirar esta vez. No esperaba clasificarme originalmente para Sochi, sino para Pyeongchang.

Souza compitió como gimnasta en los Juegos Olímpicos de Verano de Atenas 2004 y Beijing 2008. Se perdió la edición de 2012 en Londres por una lesión en una mano.

Mientras rumiaba su pena por no haber podido competir, la Confederación Brasileña de Deportes Invernales percibió que esta deportista de baja estatura (1,54 metros) podía ser competitiva en el esquí acrobático.

El problema era que Souza se había calzado los esquíes una sola vez, mientras vacacionaba en Chile. Se mudó a Canadá en julio de 2013 y se clasificó para Sochi unos meses después.

Los testigos cuentan que Souza no estaba realizando un salto riesgoso el 27 de enero de 2014, cuando se lesionó en el Park City Mountain Resort, 11 días antes de la inauguración de Sochi 2014. La joven no recuerda el accidente.

Estuvo al borde de la muerte durante el vuelo entre Salt Lake City y Miami por un coágulo de sangre. Durante meses, libró una lucha auténtica tan sólo para alimentarse y respirar. Su madre Odete permaneció a su lado.

En diciembre de 2014, Souza volvió finalmente a Brasil y se estableció de nuevo en su ciudad natal.

Durante mucho tiempo, mi vida transcurrió entre mi alcoba y el baño, contó Souza.

Actualmente, la movilizan en una silla de ruedas, y necesita ayuda para todas sus necesidades básicas. Dos enfermeras laboran por turnos para darle la vuelta en la cama cada dos horas mientras duerme, con el objetivo de evitar lesiones de cuello como resultado de permanecer demasiado tiempo recostada en la misma posición.

Souza recibe unos 3.000 dólares mensuales de una pensión estatal por parte del comité olímpico brasileño y de la Confederación de Deportes Invernales. Pero el dinero nunca es suficiente para cubrir todos los gastos médicos.

Es una época dolorosa para nuestra familia, comentó Odete Souza. Esto demuestra que Lais jamás ganó dinero en la gimnasia.

Pero Souza no se queja, y muestra todo el tiempo una gran sonrisa, digna de una gimnasta.

A finales de este año, hija y madre se mudarán a una vivienda más espaciosa, en la que se facilitará el desplazamiento con la silla de ruedas. Parte de la propiedad fue pagada por una constructora local, en compensación por la consultoría que la familia brindó sobre las mejores maneras de adaptar las casas para personas con problemas de parálisis.

Souza ha vuelto a tener una vida social activa. Le encanta divertirse con los amigos, ir al cine, tomar el sol y mirar deportes en la TV. Ha trabajado como motivadora en universidades, empresas privadas, así como en el instituto educativo y deportivo que es propiedad del astro del fútbol Neymar.

En el futuro, Souza prevé abrir un instituto para ayudar a los cuadripléjicos.

Tengo mi pequeño mundo que funciona, comentó.

Pero durante las próximas dos semanas, se concentrará en ver las competiciones olímpicas.

Yo fui toda una guerrera en estos cuatro años. Tuve momentos malos, pero me levanté. Hace cuatro años, no veía mucho los Olímpicos. Ahora estoy mucho más dispuesta, compartió. Quiero ver otra vez la nieve. Es un mundo hermoso. Desearía estar ahí en los Olímpicos para verme a mí misma pero todavía necesito trabajar mucho más para esa meta. Tal vez algún día. ¿Quién sabe?

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