Guatemalteca deportada envía a sus hijos de regreso a EEUU

Guatemalteca deportada envía a sus hijos de regreso a EEUU
María Santiago García con sus hijos Patrick y Saraí caminan cerca de su casa en Jerez, Guatemala, el 15 de octubre de 2018. Santiago fue deportada en diciembre de 2017 de EEUU, donde vivió 13 años. (Laura Seitz/Deseret News, vía AP)

SALT LAKE CITY (AP) — Una mujer guatemalteca que fue deportada hace un año desde Utah ha tomado la difícil decisión de enviar a dos de sus hijos solos de regreso a Estados Unidos.

María Santiago García, de 41 años, decidió de mala gana que el futuro era desolador para ellos en su pequeño pueblo, donde hay poco trabajo y la educación es precaria, reportó el Deseret News desde Guatemala.

García se fue de Estados Unidos junto con sus cuatro hijos en 2017 después de meses de esfuerzos fallidos para permanecer en el país, incluso con protestas y cartas enviadas a un juez.

Trabajaba de gerente en un McDonald's en Salt Lake City. Su esposo, un empleado de la construcción, se quedó en Utah debido a que no hay trabajo para él en Jerez.

García creció en orfanatos y casas de acogida, y consiguió un empleo en una fábrica de ropa donde creció. Pero a los 27 años vio que a una vendedora de comida la asesinaron a machetazos en un mercado. Ella habló con la policía y poco después una pandilla la andaba buscando, relató la mujer al diario.

Huyó a Estados Unidos en 2004, cruzando ilegalmente por Brownsville, Texas, y pidió asilo.

Su novio le ayudó a conseguir un abogado, pero dijo que debido a confusiones nunca se enteró cuándo era su audiencia en la corte. Al final, en 2006, un juez ordenó su deportación in absentia.

Inconsciente de la orden, García halló trabajo como mucama en un hotel, se casó y tuvo dos hijos, un niño y una niña. Su matrimonio terminó poco después de que nació su hija y posteriormente tomó un segundo empleo en un Burger King.

Se casó nuevamente en 2010 y consiguió un empleo mejor pagado como gerente en un McDonald's. Posteriormente llegaron dos niños más. Ahora sus hijos tienen 12, 4 y 6 años, y la niña, 10.

Mientras los meses pasaban después de ser deportada, García tomó la agonizante decisión de despedirse de sus dos hijos mayores. Los llevó al aeropuerto el 17 de octubre y se quedó con ellos hasta que atravesaron una línea de seguridad que ella no puede cruzar.

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