Caravana de migrantes de 2018 se diluye; se forma una nueva

Caravana de migrantes de 2018 se diluye; se forma una nueva
En esta imagen del 8 de enero de 2019, un hombre sujeta el muro fronterizo frente a la playa en Tijuana, México. (AP Foto/Gregory Bull, Archivo)

TIJUANA, México (AP) — La caravana de migrantes que se convirtió en tema de campaña del presidente Donald Trump en las elecciones legislativas de noviembre, se ha reducido a unos cuantos cientos de integrantes después de que muchos de ellos decidieron regresar a Centroamérica o echar raíces en México.

Sin embargo, pese a la estricta postura migratoria del gobierno del presidente Trump, muchos otros — casi la mitad, de acuerdo a los registros de arrestos de la Patrulla Fronteriza — han intentado ingresar ilegalmente a Estados Unidos.

Alrededor de 6.000 centroamericanos llegaron a Tijuana en noviembre en medio de conflictos en ambos lados de la frontera sobre su presencia en esta ciudad mexicana colindante con San Diego.

Al lunes, menos de 700 migrantes permanecían en una sala de conciertos al aire libre en Tijuana que el gobierno mexicano habilitó como albergue para los migrantes.

¿A dónde se fueron?

La Patrulla Fronteriza ha realizado alrededor de 2.600 arrestos relacionados a la caravana en el sector de San Diego, dijo el portavoz Theron Francisco, quien señaló que casi la mitad han cruzado ilegalmente hacia Estados Unidos. Por lo general las familias son liberadas y se les entrega una notificación para comparecer ante una corte migratoria.

Las autoridades mexicanas señalan que alrededor de 1.300 miembros de la caravana han vuelto a Centroamérica. México ha otorgado visas humanitarias a cerca de 2.900, muchos de los cuales ahora trabajan legalmente en el país.

Francis López, de 26 años de edad, es uno de los migrantes que se han quedado en México. El exempleado de una fábrica de ropa dijo que él y su esposa tomaron la decisión de abandonar su casa en San Pedro Sula, Honduras, para integrarse a la primera caravana en octubre. Esperaban unirse con un familiar en Florida, pero ahora podría cambiar de opinión sobre solicitar asilo después de que un abogado estadounidense le dijo que su caso tenía poco sustento y podría permanecer detenido hasta que un juez ordenara su deportación.

“Es una pérdida de tiempo, tiempo que no recupera”, dijo López.

El salvadoreño Javier Díaz, quien trabaja como taxista en Tijuana gracias a su visa, dijo que la caravana ofreció fuerza por su gran número de miembros, suficiente para evitar pagarle a un traficante al menos 8.000 dólares para llegar a Estados Unidos.

Díaz, un extrabajador de la construcción de 44 años que huyó de El Salvador por motivos económicos y para escapar de la violencia, dijo que esperaba llegar a Estados Unidos para ganar el dinero suficiente para mantener a su esposa y sus cinco hijos en su país de origen, pero México representaba una mejor opción que volver a casa.

“Si México me deporta hoy, mañana estoy en México otra vez”, dijo Díaz bajo la lluvia esporádica en el albergue. “Si puedo ir a Estados Unidos, mejor”.

La reducida presencia de los migrantes en Tijuana coincide con la salida de cientos de hondureños que salieron esta semana de la violenta ciudad de San Pedro Sula en una caravana que busca llegar a Estados Unidos o México. Ese grupo ingresó pacíficamente a Guatemala la noche del martes, ante la presencia de unos 200 policías y soldados guatemaltecos.

Las noticias de la más reciente caravana ocurren mientras Trump intenta convencer al pueblo estadounidense de una “crisis” en la frontera sur a fin de justificar la construcción de un muro fronterizo, promesa central de su campaña. La exigencia del mandatario para obtener miles de millones de dólares para el muro ha resultado en un estancamiento con el Congreso y un cierre parcial en las actividades del gobierno.

“Una nueva y enorme caravana se dirige a la frontera sur desde Honduras. Díganle a Nancy y a Chuck que un dron volando sobre ellos no los detendrá. Solo el muro funcionará”, tuiteó Trump el martes en referencia a la presidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi y al líder de la minoría en el Senado, Chuck Schumer.

Las caravanas se han presentado durante años, pero a menor escala, organizadas para atraer atención a los derechos de los migrantes y, por lo general, no llegan a la frontera. Las que se formaron el año pasado llamaron la atención por su tamaño y después de que Trump comenzó a aprovecharse de ellas con fines políticos.

De cara a las elecciones de noviembre pasado, Trump se refería frecuentemente a las caravanas, advirtiendo que representaban un riesgo de seguridad nacional, y desplegó tropas en activo a la frontera en anticipación a su llegada. Sus opositores criticaron la medida como un abuso de poder presidencial.

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Martínez reportó desde San Pedro Sula, Honduras. Los periodistas de Associated Press Christopher Sherman y María Verza en Ciudad de México y Jill Colvin en Washington contribuyeron con este despacho.

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