Mercosur celebra “asociación estratégica” con la UE
BUENOS AIRES (AP) — El bloque comercial sudamericano Mercosur y la Unión Europea concretaron un acuerdo de libre comercio el viernes tras dos décadas de negociaciones, las cuales finalizaron en medio de tensiones comerciales globales y un creciente proteccionismo.
El acuerdo anunciado por ambas partes llega en una época en que las negociaciones entre el bloque europeo y Estados Unidos se han estancado, al amenazar el gobierno del presidente Donald Trump con imponer aranceles a todos los automóviles, una importante exportación europea a territorio estadounidense.
“En medio de tensiones comerciales internacionales, hoy estamos enviando una fuerte señal junto con nuestros socios del Mercosur de que estamos a favor del comercio basado en normas”, dijo el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, tras asegurarse el acuerdo en Bruselas.
Juncker señaló que el trato alcanzado con el bloque comercial integrado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay es un “momento histórico” alcanzado 20 años después de que comenzaron las negociaciones. Muestra que el bloque europeo está decidido a permanecer como abanderado de un sistema global basado en reglas en una época en que dicho sistema se ve desafiado por un gobierno de Trump escéptico del libre comercio.
El acuerdo “implica la integración de un mercado de 800 millones de habitantes, casi una cuarta parte del PBI (PIB) mundial y con más de 100.000 millones de dólares de comercio bilateral de bienes y servicios”, señaló el Ministerio de Relaciones Exteriores de Argentina.
El acuerdo está dirigido a reforzar las relaciones políticas y culturales con el bloque europeo, mejorando el acceso a los bienes, servicios e inversiones al reducir las restricciones y facilitar el acceso a la tecnología y materias primas, añadió la cancillería de Argentina.
El presidente argentino Mauricio Macri, quien se encuentra en Osaka participando en la cumbre del G20, calificó el trato de “histórico” en su cuenta de Twitter.
Juncker manifestó que el acuerdo eliminaría la mayoría de los aranceles sobre exportaciones de la UE al Mercosur, ahorrando más de 4.000 millones de euros (4.500 millones de dólares) en impuestos cada año, cuatro veces más en comparación con el acuerdo de Europa con Japón.
La CE, que negocia acuerdos comerciales en nombre de los 28 países miembros de la UE, dijo que el nuevo trato es particularmente importante para los sectores industriales, como automotrices y empresas de autopartes, maquinaria, sustancias químicas y farmacéuticas, así como ropa y calzado.
En tanto, el Mercosur espera verse beneficiado con más exportaciones de productos agrícolas, incluida la carne, el pollo y el azúcar.
El sector agrícola y el de alimentos de la UE también saldrán ganando, sobre todo en productos como chocolates, vinos y licores.
“Las bases de este acuerdo han estado bastante claras desde hace tiempo. Son los autos, la maquinaria y la agricultura. Pero en el pasado, las políticas se han interpuesto en el camino. Especialmente en Brasil, que ha tenido una política muy proteccionista que se enfoca en la producción doméstica”, comentó Jacob Funk Kirkegaard, investigador del Instituto Peterson para la economía internacional. “Y al mismo tiempo, los europeos han sido muy protectores de su sector agrícola”.
Por su parte, el secretario de Gobierno de Agroindustria en Argentina, Luis Miguel Etchevehere, afirmó que este pacto ubica al bloque sudamericano “en un lugar clave del mundo como proveedor de alimentos”.
“Nuestra región es una de las principales productoras del mundo, y tenemos calidad y cantidad para el intercambio con los europeos. En particular, para la Argentina, es una gran oportunidad para darle previsibilidad a nuestras economías regionales, que verán incrementar sus envíos al exterior”, afirmó.
La CE dijo que el acuerdo, al cual aún le falta ser ratificado por las legislaturas de todos los países involucrados, reducirá las revisiones en la frontera y los trámites burocráticos.
Con este tratado, la cantidad de pactos que la UE ha concluido desde 2014 aumentó a 15, más recientemente con Canadá y Japón, y llega en una época en la que el bloque avanza con sus acuerdos comerciales internacionales.
El presidente brasileño Jair Bolsonaro lo describió como uno “de los acuerdos comerciales más importantes de todos los tiempos”.
El gobierno brasileño dijo que el tratado impulsaría a la economía más grande de Latinoamérica al reducir los aranceles sobre algunos productos agrícolas, tales como el jugo de naranja, las frutas y el café instantáneo, así como la expansión del acceso a través de cuotas para la carne de res, el etanol y el azúcar.
“Las compañías brasileñas se beneficiarán de la eliminación de los aranceles sobre las exportaciones de un 100% de los productos industriales. Ello equilibrará las condiciones de competencia con otros socios que ya tienen acuerdos de libre comercio con la UE”, señaló.
El acuerdo “cambiará las cosas en Latinoamérica en su totalidad, que históricamente ha sido muy proteccionista”, dijo Kirkegaard. “Esto podría ser un presagio de una nueva época para el Mercosur”.
Las negociaciones para el acuerdo entre el Mercosur y la UE comenzaron el 28 de junio de 1999, pero han recorrido un largo y tortuoso camino lleno de tropiezos y frustraciones, debido a que las distintas prioridades y puntos sensibles de cada país fueron tomados en consideración.
La comisionada de Comercio del bloque europeo, Cecilia Malmstrom, dijo que las negociaciones cobraron fuerza a principios del año, en parte debido a que el nuevo gobierno de Brasil hizo del acuerdo una de sus prioridades, y se vieron reforzadas por las intensas reuniones celebradas en Bruselas en los últimos tres días.
“Con este acuerdo estamos mostrando que creemos que el comercio es algo bueno. Une a la gente y a las compañías. Enviamos un mensaje fuerte y claro en apoyo a un comercio abierto, sostenible, mutuamente beneficioso y basado en reglas”, declaró ante reporteros en Bruselas, acompañada por negociadores y altos funcionarios.
Los economistas han destacado que el Mercosur, que se concibió hace casi 30 años como un acuerdo de integración económica regional, logró hasta la fecha un involucramiento comercial destacable entre las economías que son miembros del tratado, pero no entre ellas y terceros mercados.
Marcelo Elizondo, titular del Capítulo Argentino de la International Society for Performance Improvement (ISPI), dijo en un reciente informe en el que se evaluaba la eventual firma de este acuerdo que el mismo permitiría “fomentar el comercio entre ambos bloques y también mejorar el marco institucional para el aliento de inversiones de empresas europeas en nuestra región”.
Consideró también que sería favorable para países como Argentina y Brasil “que tienen índices de participación del comercio internacional en sus economías que equivalen apenas al 60% del promedio mundial”, y “en particular para Argentina que tiene un stock de inversión extranjera que implica sólo 3,5% del total” en Latinoamérica.
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Cook informó en Bruselas. Los periodistas de The Associated Press Almudena Calatrava en Buenos Aires, Carson Gardiner y Yesica Fisch en Río de Janeiro y Chris Rugaber en Washington contribuyeron a este despacho.