No hay consenso para auditoría de OEA a elección boliviana
LA PAZ (AP) — La Organización de Estados Americanos (OEA) enviará 30 expertos a Bolivia para auditar las elecciones del 20 de octubre, en las que el presidente Evo Morales pareciera haber evitado una segunda vuelta. Sin embargo, su rival, el expresidente Carlos Mesa, dijo que no aceptará una auditoria “en los términos pactados” por el gobierno.
El canciller Diego Pary informó a la prensa el miércoles que concluyó la negociación con la OEA para que el organismo envíe a los observadores. “Los expertos llegan entre hoy y mañana”, explicó. Indicó que también se invitó a participar a los gobiernos de España, México y Paraguay.
Poco después, el Secretario General de la OEA, Luis Almagro, escribió en Twitter que la auditoria durará entre 10 y 12 días y se centrará en la verificación de cómputos --actas y papeletas--, proceso informático, componente estadístico y proyecciones.
No obstante, Mesa --quien habría quedado en segundo lugar después de que concluyera el conteo oficinal-- declaró públicamente que las fuerzas opositoras “no aceptamos la auditoría en los actuales términos pactados unilateralmente” por el gobierno y agregó que las autoridades negociaron directamente con la OEA sin consultarlos.
Según la oposición, en los comicios del 20 de octubre se produjo un fraude para favorecer a Morales.
El canciller Pary explicó que “la auditoría se concentrará en la jornada electoral y las fases posteriores” y será integral y vinculante. Sin embargo, la oposición quiere que la investigación incluya la fase previa a la elección, cuando el Tribunal Supremo Electoral fue acusado de favorecer al oficialismo.
En los resultados oficiales Morales obtuvo 47,08% de los votos mientras Mesa alcanzó 36,51%, lo que le permitiría al mandatario evitar un balotaje.
Para ganar en primera vuelta un candidato debe obtener 50% más uno de los votos o lograr 40% y tener una diferencia de al menos diez puntos porcentuales sobre el segundo postulante más votado.
Bolivia ha quedado dividida tras las elecciones: las denuncias de supuesto fraude desataron protestas callejeras, pero los seguidores del oficialismo también han salido a defender a Morales.
La noche del miércoles en la localidad de Montero, al este de La Paz, medios locales reportaron enfrentamientos entre opositores y simpatizantes de Morales, en los dos hombres murieron por aparentes disparos de armas de fuego. Las autoridades bolivianas aún no brindan un informe oficial.
Horas antes, el centro de la capital fue escenario de marchas en contra y a favor del mandatario. Un grupo de mineros afines al oficialismo hizo detonar pequeñas cargas de dinamita en las calles.
La víspera se registraron más de 40 heridos en violentos choques en varias ciudades entre manifestantes y choferes del transporte público que buscaban romper los cercos callejeros para poder avanzar.
“Por fin puedo pasar”, dijo el taxista Luis Limachi, quien iba cargado de bananos y cajas de tomate para abastecer un mercado cercano.
“La prioridad es abastecer los mercados”, dijo Rosmery Sarmiento, un ama de casa que salió a bloquear su calle con una bandera para “defender la democracia y el voto”.
Las amas de casa se quejan de los precios elevados a causa de las protestas que impiden el abastecimiento.
La semana pasada la Organización de las Naciones Unidas apoyó la decisión de la OEA de revisar los sufragios. Por su parte, Colombia, Brasil, Argentina y Estados Unidos han pedido una segunda vuelta para restituir la “credibilidad en el proceso electoral”.
El lunes el propio Secretario de Estado, Mike Pompeo, dijo en una declaración que su gobierno “está profundamente preocupado por las irregularidades en el conteo de votos”, y apoyó la sugerencia de la OEA de ir a una “segunda vuelta que sea creíble y transparente”.
La ONU hizo un llamado “clamoroso y urgente a los actores políticos... para reducir tensiones y rechazar todo acto de violencia en estos difíciles momentos”.
Morales proclamó su triunfo con sus seguidores y reclamó que demuestren dónde está al fraude al tiempo que acusó a la derecha de buscar un golpe de Estado para derrocarlo.
“Estos políticos que se vayan todos, nos perjudican. Yo tengo cuentas por pagar y debo trabajar”, se quejó la oficinista Fátima Medrano mientras caminaba a su lugar de trabajo por culpa de los bloqueos callejeros.
Los habitantes de La Paz, sobre todo los de clase media, se sienten defraudados por Morales a pesar de la buena gestión económica en sus casi 14 años de gobierno porque ya “burló” una vez el voto de un referendo que le dijo no a su reelección, dijo Medrano.
En tanto, en las regiones de Santa Cruz y Potosí se cumplía el séptimo día de una huelga en reclamo de “respeto al voto”.