Nuncio: investigación de obispos mexicanos empezó en mayo
CIUDAD DE MÉXICO (AP) — La Iglesia Católica empezó a investigar en mayo a cuatro obispos mexicanos por encubrimiento de pederastia como parte de las medidas puestas en marcha recientemente para acabar con “la cultura del silencio y el miedo” en torno a los abusos sexuales, dijo el representante del Vaticano en México, Franco Coppola
Los casos de menores abusados por sacerdotes han sido una constante en México desde hace décadas pero hasta que el papa Francisco no dictó nuevas normas la pasada primavera no se sabía cómo abordar el tema del encubrimiento, que es mucho más complicado de probar que los abusos directos, explicó Coppola en entrevista con The Associated Press.
Es, además, una de las grandes asignaturas pendientes del Vaticano, según víctimas y expertos, que la mencionan como una de las causas de que no se haya llegado al fondo del problema de la pederastia clerical que ha enturbiado la imagen de la Iglesia en medio mundo.
México espera la llegada este mes de una misión especial del Vaticano que se reunirá con obispos, superiores religiosos y, sobre todo con víctimas, para recabar todos los datos posibles sobre los casos de pederastia clerical que llevan décadas escandalizando a la sociedad mexicana y el año pasado tuvieron un repunte cuando alzaron la voz nuevas víctimas de los Legionarios de Cristo, una de las órdenes más manchadas por la pederastia desde su fundación en los años 40.
El nuncio no se atrevió a predecir el resultado de la visita, pero subrayó que Charles Scicluna, arzobispo de Malta y secretario adjunto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, y Jordi Bertomeu, “no vienen a juzgar a nadie, no son jueces” sino que llegan a dar recomendaciones y a recopilar datos.
“Lo que nos importa es encontrar a todos los victimarios”, declaró. Y también a quienes les encubren.
Uno de los retos, será abordar las “incomprensiones” que existen en “una minoría de obispos” que todavía no asimilan que la pederastia “no es lo mismo que el hecho de que un sacerdote se enamore” y que, por tanto, no se pueden tratar ambos asuntos de igual forma, moviendo al sacerdote de lugar.
Pero posiblemente la parte más importante de la misión será escuchar a las víctimas, algo en lo que los obispos mexicanos reconocieron que deben mejorar.
Coppola aseguró que, en su caso personal, encontrarse con Ana Lucía Salazar la mujer que desencadenó el año pasado la última oleada de denuncias al contar públicamente que fue abusada de niña por el director de un colegio de los Legionarios de Cristo en Cancún, “me ayudó a darme cuenta de que había un problema”. El testimonio de Salazar y después el de sus compañeras demostraban que ese problema estaba lejos de haberse solucionado aunque se supone que el Vaticano había intervenido la orden y ésta se declaraba ya renovada.
El nuncio abrió en diciembre un correo electrónico para que le contactaran directamente las víctimas y tras un mes de silencio las denuncias empezaron a llegar. Hasta ahora ha recibido algunas decenas, la mayoría por casos de encubrimiento y referidas a los Legionarios de Cristo y, según dijo, intenta darles seguimiento y mantener a las personas informadas de las gestiones que va haciendo.
A la espera de ver la acogida que tiene la misión papal, Coppola adelantó que la Iglesia no tiene problema en colaborar con las autoridades civiles si es necesario y recordó que desde mayo ya es obligatorio informarlas. Así se ha hecho, agregó, en 83 ocasiones aunque eso no significa que se hayan abierto procesos porque, muchas veces, el delito ya ha prescrito --diez años después de que la víctima cumple la mayoría de edad ya no puede denunciar-- o no puede perseguirse de oficio.,
Coppola dijo “no tener conocimiento” de si con los casos de obispos investigados por encubrimiento se actuó de la misma manera.
Entre los nombres de presuntos encubridores más repetidos por algunas de las víctimas que han hecho públicos sus casos está en el cardenal Norberto Rivera, ya retirado, y quien llegó a ser acusado en los tribunales pero su la demanda no prosperó.
El nuncio dijo no haber recibido ninguna denuncia contra Rivera.