Brasil: dibujantes defienden a colega amenazado por gobierno

RÍO DE JANEIRO (AP) — Caricaturistas brasileños tomaron papel y lápiz el martes para manifestar apoyo a Renato Aroeira, un dibujante cuyo trabajo se convirtió en blanco de un pedido de investigación del gobierno de Jair Bolsonaro tras haber satirizado al presidente en un diseño con una esvástica nazi.

El Ministerio de Justicia brasileño pidió el lunes a la Policía Federal y a la Procuraduría General que investiguen el trabajo de Aroeira, replicado en la cuenta de Twitter de un blog dirigido por Ricardo Noblat, un periodista de extensa trayectoria. Según el ministro André Mendonça, la publicación pudo haber incurrido en el delito de “crimen contra la seguridad nacional, el orden político y social”.

En el dibujo firmado por Aroeira, Bolsonaro aparece con un balde y un pincel en las manos luego de haber pintado las puntas de una cruz roja, símbolo utilizado en hospitales y ambulancias, para convertirla en una esvástica. “¿Vamos a invadir otro?", dice el dibujo, en una alegoría a la invitación que hizo el presidente la semana pasada a que sus seguidores entren a hospitales de campaña para el COVID-19 para verificar si realmente están ocupadas las camas de terapia intensiva.

Mendonça citó un artículo de la ley, promulgada durante la última dictadura militar (1964-1985), que señala como crimen calumniar o difamar al Presidente, con una pena prevista de entre uno y cuatro años de cárcel.

“Toda la situación sanitaria en Brasil está siendo tratada de una forma autoritaria", dijo Aroeira, en una entrevista por zoom con The Associated Press.

El dibujante, con casi 50 años de trayectoria profesional, aseguró que pese haber enfrentado juicios y cuestionamientos por su trabajo, por primera vez se sintió nervioso, con el peso del Estado en sus hombros. Sin embargo, afirmó que no lo van a “callar ni intimidar”.

La Secretaría de Comunicación del gobierno señaló por su parte en Twitter: “acusar a alguien inocente de uno de los crímenes más graves de la Historia no es humor, es un delito. Sátira política es una cosa, calumnia es otra, incluso sobre el disfraz del `humor´”. Y añadió que “el señor Noblat y el caricaturista están imputando al Presidente el gravísimo crimen de nazismo; a no ser que prueben la acusación, incurren en falsa imputación de delito y responderán por ese delito”.

Procesado en el pasado por Bolsonaro cuando era candidato a la Presidencia, en un proceso abierto por una caricatura en la que también lo representó con una cruz nazi y en el que venció en primera instancia, Aroeira cree que en la mayor nación de Latinoamérica existe un avance del autoritarismo que ha copiado algunas simbologías del nazismo. Reflejar al presidente con la esvástica es referirse a eso, aseguró el dibujante.

Con el hashtag “Somos todos Aroeira”, al menos seis dibujantes compartieron sus dibujos en redes sociales como respaldo a su colega. “Infelizmente, no vi la noticia con sorpresa. Este gobierno tiene trazos de autoritarismo muy grande”, dijo a The Associated Press Eduardo Evangelista, conocido como Duke, firma con la que publica sus dibujos en el diario O Tempo de Minas Gerais.

Evangelista convocó a otros dibujantes a replicar el dibujo de Aroeira . “No podemos callarnos en este momento, principalmente los artistas. Demostrar fuerza a Aroeira es marcar una posición: no estamos en silencio, no aceptamos fácil un avance autoritario”.

Aroeira, posible blanco de una investigación, había redoblado la apuesta el lunes, horas después de que el gobierno pidiera la apertura de la pesquisa, al publicar una nueva caricatura. Representó al secretario de comunicación de Bolsonaro, Fabio Wajngarten, empuñando dos pistolas con las manos. “En un caño fake news. En el otro, la vieja y buena censura”, escribió Aroeira en la caricatura.

La asesoría de comunicación de la Procuraduría General dijo el martes a la AP que el pedido de apertura de una investigación no había sido recibido.

Asociaciones de prensa brasileña y dibujantes emitieron notas denunciando el accionar del gobierno, interpretado como un ataque a la libertad de expresión.

“Es espantoso. El rechazo a las críticas es propia de dictadura y de candidatos a dictador”, dijo la Asociación Brasileña de Prensa en una nota oficial.

El vínculo del gobierno de Bolsonaro con el nazismo ya había sido planteado por un juez de la Suprema Corte. En un mensaje enviado a sus pares del máximo tribunal el 31 de mayo, Celso de Mello había comparado la situación política en Brasil con la Alemania previa al ascenso de Hitler.

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