EEUU: Instituto Confucio es misión extranjera de Beijing

BEIJING (AP) — El gobierno del presidente Donald Trump designó el jueves al Centro del Instituto Confucio en Estados Unidos como una misión extranjera del Partido Comunista, alegando que el programa para ayudar a enseñar el idioma mandarín en escuelas estadounidenses forma de las operaciones de propaganda e influencia de Beijing en los campus y otras aulas.

La designación exige que el Centro del Instituto Confucio en Estados Unidos, con sede en Washington, presente informes al gobierno estadounidense sobre su financiamiento, personal, currículo y otras actividades en territorio estadounidense.

“No los estamos expulsando.. Simplemente estamos resaltando el hecho de que estas personas trabajan para el Ministerio de Educación del Partido Comunista (chino)”, subrayó el subsecretario de Estado para asuntos de Asia y el Pacífico, David Stilwell.

Hay unas 500 aulas, desde kínder hasta 12do grado, afiliadas con el Instituto Confucio, agregó Stilwell. Además, existen institutos en 65 campus de Estados Unidos. Algunas universidades han cerrado los institutos ante el temor de que estuvieran diseminando propaganda comunista.

La designación es la última de una serie de decisiones del gobierno de Trump contra China en momentos en que las tensiones bilaterales aumentan por disputas comerciales y la pandemia de coronavirus, que fue reportada inicialmente en Wuhan, China.

La medida corresponde con decisiones previas para añadir a los medios noticiosos chinos a la lista de organizaciones que deberían ser consideradas “misiones extranjeras” debido a sus lazos con el Partido Comunista de China.

“La República Popular de China se ha aprovechado de la apertura de Estados Unidos para emprender esfuerzos de propaganda a gran escala y bien financiados y operaciones de influencia en este país”, señaló el secretario de Estado, Mike Pompeo, en un comunicado.

El senador Ben Sasse, republicano por Nebraska, dijo que los Institutos Confucio se han convertido en una parte importante de la vida en campus en todo el país, pero detrás de las actividades con estudiantes y los programas de idiomas, los institutos “tienen dos objetivos centrales más perversos: diseminar propaganda comunista y espiar a los estudiantes chinos en el mundo libre”.

“La diplomacia pública de Beijing depende de esos puestos de avanzada comunista, así que deberían ser obligados a registrarse como misiones extranjeras”, añadió Sasse. “Enseñar mandarín en los institutos en campus es solamente una cobertura para el espionaje del Partido Comunista chino”.

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