Ecuador: Protestas sindicales terminan en roces con policía

QUITO (AP) — Protestas convocadas por sindicalistas y grupos sociales ecuatorianos en contra de la política económica del gobierno del presidente Lenín Moreno no tuvieron mayor acogida y terminaron en roces con la policía, que utilizó gases para dispersar a los manifestantes.

Al inicio de la marcha del jueves, en el centro norte quiteño, uno de los dirigentes del Frente Unitario de Trabajadores, Nelson Erazo, dijo que la movilización expresa “un rechazo a las diferentes políticas económicas que se han establecido desde el gobierno y han significado miles de desempleados, que significa la pérdida de cientos de miles de empleos el crecimiento de la pobreza y la extrema pobreza”.

La movilización se produjo con la presencia de alrededor de poco más de mil personas, durante casi dos horas y en actitud pacífica mayormente, pero cerca del final grupos de jóvenes se apoderaron de vallas instaladas por la policía y las lanzaron hacia los uniformados. Poco después, los agentes utilizaron gases lacrimógenos para dispersar la marcha.

También se registraron demostraciones similares, aunque de menor magnitud, en ciudades como Guayaquil, Cuenca y Ambato, entre otras.

El palacio de Carondelet, sede del gobierno ecuatoriano, permanecía resguardado por cientos de policías y militares, mientras alrededor de algunas iglesias construidas en la colonia fueron rodeadas por personas portando banderas de Quito y en actitud de defensa de tales construcciones.

El segundo vicepresidente de la Asamblea, Patricio Donoso, más temprano afirmó que “sería inaceptable que vuelva a ocurrir el vandalismo que se dio hace un año... la fuerza del orden tiene que, en el evento de que hoy día o estos días se diese algo similar, parar con la ley en la mano y haciendo uso debido y progresivo de la fuerza”.

La sede gubernamental se encuentra en el centro histórico de Quito, que fue vandalizado hace un año por protestas indígenas que se prolongaron por 11 días y que incluyeron el incendio de la sede de la Contraloría del Estado, en rechazo al alza de los combustibles.

José Villavicencio, vicepresidente del Frente Unitario de Trabajadores, la mayor central sindical del país, aseguró que “nos acogemos al derecho a la resistencia y hoy nos aprestamos a cumplir una acción frente a la política neoliberal que está generando más desempleo, más miseria, más explotación, más esclavitud para los trabajadores y los pueblos”.

El alcalde de Quito, Jorge Yunda, señaló que “estamos reconociendo que todos tenemos derecho a expresarnos, a opinar, a manifestarse en forma pacífica... pero no permitiremos que se siga vandalizando la capital y más aún el centro histórico, que es Patrimonio de la Humanidad”, aunque al final de la tarde grupos de manifestantes sacaron las piedras que recubren la colonial plaza de Santo Domingo para lanzarlas contra los policías.

En los últimas días se han registrado protestas en Colombia y en Chile, y en este último país degeneraron en actos de violencia con el incendio de iglesias y saqueos a comercios.

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