Panamá: Niños de áreas remotas reciben tutorías en escuelas
LAS ZANGUENGAS, Panamá (AP) — Un puñado de niños y maestras compartían el miércoles el entusiasmo de retornar a los salones de clases en Panamá tras una prolongada ausencia de un año en esta comunidad rural de amplios sembradíos de piña al oeste de la capital.
Un plan que impulsa el gobierno y se denomina “Escuela segura” permite a los maestros dar tutorías o seguimientos de manera presencial para reforzar el aprendizaje de estudiantes en escuelas rurales y de difícil acceso, con poca matrícula y siempre que se reúnan requisitos como disposición de agua potable, que la comunidad se mantenga libre de coronavirus o con pocos casos y cumplir estrictamente normas de bioseguridad.
Si bien las autoridades educativas dispusieron que el primer trimestre que comenzó el 1 de marzo sea a distancia, las autoridades avalan el plan para fomentar el retorno gradual y seguro a las escuelas.
“Me puse contento cuando me dijeron que venía para la escuela porque vería a mi maestra y compañeros”, dijo Elián Sánchez, de 8 años y que cursa el tercer grado. Con mochila al hombro y vestido de uniforme escolar, mientras entraba a la escuela acompañado de su madre, dijo que hizo su tarea y consideró que está bien que se pongan mascarillas y que usen alcohol en la escuela porque “así uno se protege más”.
Panamá es uno de los países que más ha retrasado su reapertura de escuelas desde comienzos de la pandemia. El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia dijo en un comunicado divulgado el miércoles que a un año del comienzo de la pandemia, América Latina y el Caribe sigue siendo la región del mundo con el mayor número de estudiantes que aún no asiste a las aulas. Agregó que el cierre total o parcial de las escuelas en la zona deja actualmente a unos 114 millones de estudiantes sin escolarización presencial, según las últimas estimaciones de UNICEF.
La escuela Las Zanguengas es del nivel de primaria, cuenta con tres maestras y una matrícula de 40 estudiantes. Es una institución multigrado debido a que un docente da varios grados a la vez. Y, como todas las escuelas en Panamá, permaneció cerrada en 2020.
Las maestras en ese centro optaron por atender a los estudiantes casa por casa porque en la zona la señal de Internet no es buena y los padres no siempre podían comprar tarjetas de recarga de data para los celulares.
La maestra Nitzi Pérez está contenta porque ahora con el plan puede recibir a sus estudiantes.
“Veo cómo ellos aprenden, cómo ellos interactúan, comparten sus ideas” dijo. “El aprendizaje desde casa no es lo mismo que en el salón".
La directora de la escuela, Leny Pérez, dijo que no se trata de un retorno a las clases propiamente porque el lapso que otorgan para cada materia es muy corto. “Aún así estamos con mucha emoción de volver a nuestras aulas aunque sea por un ratito”.
Las maestras comparten con cada grupo una hora y quince minutos y los grupos constan de tres a seis niños. Al término de la hora, las madres de familia designadas entran al salón, barren, trapean y desinfectan el aula según los protocolos de bioseguridad para recibir al siguiente grupo.
En la región de Panamá Oeste, unos 300 estudiantes de primaria —de entre 15 a 20 escuelas— en zonas de difícil acceso están recibiendo tutorías de sus maestros, dijo el director regional de Educación de esa zona, Óscar Herrera.
Es un plan “totalmente voluntario de los docentes. Son docentes comprometidos con sus estudiantes y lo están haciendo en beneficio del aprendizaje de cada uno de los estudiantes de ellos”, explicó al tiempo que comentó que el plan también requiere el aval de los padres de familia.
Esta estrategia de “Escuela segura” también se está impulsando principalmente en escuelas de dos provincias del centro del país —Herrera y Los Santos— que son de muy difícil acceso. Ahí, algunos maestros se reúnen con sus estudiantes incluso bajo los árboles.