Se reúnen presidente del gobierno español y líder catalán
BARCELONA (AP) — El presidente de gobierno español, Pedro Sánchez, se reunió el martes con el mandatario de Cataluña, Pere Aragonès, por primera vez desde que su gobierno perdonó a nueve líderes del movimiento separatista catalán en un nuevo intento por enmendar la relación entre ambas partes.
Sánchez y Aragonès se reunieron durante dos horas y media en el Palacio de la Moncloa, sede del gobierno español.
Tal como se esperaba, la reunión se centró más en reanudar las conversaciones que en logros reales.
Aragonès reiteró su demanda de realizar un referéndum autorizado sobre independencia, además de una amnistía completa para todos los que enfrentan problemas legales por su participación en el intento de secesión de la región en 2017. Previamente, Sánchez había dicho que una votación sobre la independencia por una región es inconstitucional y que la forma de proceder es satisfacer las necesidades de los catalanes enfocándose en asuntos sociales y económicos.
“La primera reunión con el presidente Pedro Sánchez ha demostrado la distancia entre nuestras posiciones y las evidentes diferencias que hay para resolver el conflicto”, dijo Aragonès tras el encuentro.
Pero, añadió, los dos acordaron que representantes de sus respectivos gobiernos se reúnan nuevamente en septiembre para iniciar una nueva ronda de negociaciones.
La vocera del gobierno María Jesús Montero dijo que Sánchez no aceptó las demandas de Aragonès. En su lugar, dijo que el presidente se centró en la necesidad de “establecer un marco de confianza”.
“El gobierno no es ingenuo y sabe que el camino no es fácil”, dijo Montero. Es momento de “pasar una página vinculada al dolor y la frustración, y abrir una etapa para los catalanes con el resto de los españoles que nos permita superar un conflicto enquistado durante demasiado tiempo”.
La semana pasada, el gobierno de Sánchez indultó a nueve líderes separatistas que pasaron más de tres años en prisión por instigar el intento de secesión del 2017 que sumió al país en una crisis política.
El gobierno español espera que la reunión con Aragonès ayude a reparar las relaciones con la región del noreste del país que rodea a Barcelona, en la que aproximadamente la mitad de los electores apoyan a partidos secesionistas.
Sánchez, del Partido Socialista, ha dado prioridad a la reparación de los lazos con los separatistas. El presidente del gobierno y los secesionistas catalanes habían acordado abrir negociaciones en febrero de 2020. Pero el asunto de los separatistas presos era un obstáculo mayor, y Sánchez no se había reunido con ningún dirigente separatista desde entonces.
Aunque Sánchez ha sido acusado por la oposición derechista española de intentar apaciguar a radicales que quieren la separación de España, la reunión también representa riesgos políticos para Aragonès, quien se convirtió en nuevo líder de Cataluña en mayo. El presidente regional está siendo presionado por sus cohortes, como el antiguo jefe Charles Puigdemont, para no renunciar a otro intento unilateral de secesión.
A pesar de los indultos, los apuros legales para algunos separatistas aún no terminan. Puidgemont, entre otros, permanecen prófugos de la ley española después de huir a otros países europeos, y el Tribunal de Cuentas de España dijo el martes que pedirá a exfuncionarios catalanes que regresen millones de euros que usaron para promover la causa secesionista en el extranjero.
En cuanto a la insistencia de Aragonès de que España deje de pedir que Puigdemont sea extraditado, Montero dijo que Puigdemont debe enfrentar a la ley para poder regresar a casa.