Yanquis reclutan como amuleto a Dent pero caen en Boston
BOSTON (AP) — Los Yanquis habían traído consigo un amuleto al Fenway Park: un extorpedero considerado la kriptonita contra Boston.
Pero los Medias Rojas resultaron inmunes esta vez.
Bucky Dent, cuyo famoso jonrón conectado a Mike Torrez dio la victoria a Nueva York sobre los Medias Rojas en el juego de desempate de la División Este de la Liga Americana en 1978, viajó desde su casa en Florida para asistir al partido de comodines de la Liga Americana del martes en la noche.
Con su cuadrangular de hace 43 años por encima del Monstruo Verde, Dent definió el único otro encuentro de vida o muerte entre ambos clubes. Esta vez, los Yanquis contaban con que su sola presencia les ayudaría a alcanzar la Serie Divisional de la Liga Americana contra los Rays de Tampa Bay.
¿Dónde estuvo sentado? Justo atrás del plato a la vista de cualquier lanzador de los Medias Rojas que subiera al montículo.
“Es increíble", declaró Dent en una entrevista para ESPN. Dent señaló que le preguntaban sobre su inolvidable jonrón dos o o tres veces al día.
Aquel bambinazo no sólo sorprendió a los rivales de larga data de los Yanquis, sino que contribuyó a que su equipo conquistará el segundo título consecutivo de la Serie Mundial.
“Fue algo especial”, apuntó.
El piloto de Nueva York, Aaron Boone, sabe lo que se siente porque también eliminó a Boston en un gran escenario cuando conectó un jonrón en el 11mo inning que dejó sembrados a los Medias Rojas en el 7mo partido de la Serie de Campeonato de la Liga Americana en 2003 en el Yankee Stadium.
Las comparaciones entre ambos jonrones han perseguido a Boone desde entonces, y señaló que ha sido “agradable” conocer a Dent un poco más al paso de los años.
“Es una buena persona también”, declaró Boone antes del encuentro. “Y en cuanto a mí, mientras crecía y me convertía en aficionado, sabía quién fue Bucky Dent, que jugó en las décadas de 1970 y 1980. Sí, es una conexión grandiosa".
Cuando le preguntaron sobre qué tipo de recepción le habían dispensado en su regreso a Boston, Dent sólo se rio.
“Todavía no saben que estoy aquí”, señaló.