Suben condenas a asesinos de folclorista chileno Víctor Jara
SANTIAGO (AP) — Una sala de la Corte de Apelaciones chilena aumentó el martes de 18 a 25 años las condenas de cárcel a seis exuniformados que torturaron y asesinaron al conocido folclorista Víctor Jara, secuestrado y baleado tras el golpe militar de 1973, informó el Poder Judicial. Un séptimo exmilitar vio aumentada su condena de cinco a ocho años por encubrimiento.
La octava sala del tribunal elevó las condenas dictadas en 2018 luego de recalificar el secuestro de Jara y de Littré Quiroga, asesinado junto con el folclorista, como secuestro calificado, por el maltrato al que fueron sometidos por los militares y que fue “demostrativo de la sinrazón y el odio visceral que despertaban”, ambos, señala la sentencia.
A 38 años de los crímenes, el dictamen dijo que el aumento de las sentencias se debe a “la gravedad de los hechos que fueron víctimas y los malos tratos a los que fueron sometidos durante su prisión en el entonces Estadio Chile”.
“Este fallo es importante además porque se vence ya definitivamente la impunidad que amagó estos crímenes durante tantos años”, declaró Nelson Caucoto, abogado de la familia de Jara.
La sentencia precisa que Jara fue visto durante su detención “visiblemente deteriorado física y anímicamente, con su rostro hinchado con innumerables hematomas, manos ensangrentadas y deformadas, cuyos dedos evidentemente fueron quebrados o fracturados, puesto que se doblaban con facilidad”. Quiroga también fue duramente torturado.
Jara era uno de los folcloristas más populares del derrocado gobierno del presidente socialista Salvador Allende (1970-1973).
La investigación judicial estableció que el cuerpo de Jara presentaba un balazo en la nuca y otros 43 en distintas partes del cuerpo, además de 56 fracturas, y Quiroga tenía 23 tiros. Los cuerpos de ambos fueron botados en una calle lejos del estadio que sirvió como recinto de reclusión ilegal.
El régimen militar liderado por el dictador Augusto Pinochet, que se extendió por casi por 17 años, dejó un saldo oficial de poco más de 40.000 víctimas, incluidos 3.065 asesinados.