Venezuela libera al menos a un estadounidense encarcelado

Venezuela libera al menos a un estadounidense encarcelado
El presidente de Venezuela Nicolás Maduro hablando tras la firma de un acuerdo con Rusia en Caracas el 16 de febrero del 2022. (AP Foto/Matias Delacroix)

CARACAS, Venezuela (AP) — El gobierno venezolano liberó el martes por la noche a por lo menos un estadounidense encarcelado, en un intento de mejorar las relaciones con Washington, que busca socavar el apoyo hacia Rusia en América Latina.

Un grupo no gubernamental que rastrea las detenciones arbitrarias y otra persona al tanto del asunto confirmaron a The Associated Press la liberación de Gustavo Cárdenas, uno de los seis ejecutivos petroleros que estuvieron encarcelados durante más de cuatro años.

La medida se produce después de que altos funcionarios del gobierno del presidente Joe Biden, entre ellos el principal funcionario de la Casa Blanca para América Latina y el principal negociador de rehenes del Departamento de Estado, realizaran una visita secreta a Venezuela durante el fin de semana.

La secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo a los periodistas el martes que “se tocaron una serie de temas durante ese viaje, incluyendo la salud y el bienestar de los ciudadanos estadounidenses detenidos”.

La liberación se produjo horas después de que el presidente venezolano, Nicolás Maduro, indicara su interés por mejorar las relaciones con Estados Unidos en medio de la invasión rusa a Ucrania y la preocupación en Washington por el aumento de los precios de la gasolina.

El Departamento de Estado declinó hacer comentarios el martes por la noche. Pero la liberación de Cárdenas fue confirmada por Foro Penal, un grupo no gubernamental, y por una persona al tanto del asunto que habló bajo condición de anonimato al no estar autorizada a discutir el tema.

Roger Carstens, el enviado presidencial especial para asuntos relacionados con los rehenes, volvió a casa con las manos vacías de un viaje anterior a Caracas en diciembre. Pero regresó a Venezuela este fin de semana con otros funcionarios del gobierno, entre ellos Juan González, director del Consejo de Seguridad Nacional para el Hemisferio Occidental, y el embajador James Story, que dirige la Unidad de Asuntos Venezolanos del gobierno estadounidense desde la vecina Colombia.

Cárdenas y otros cinco ejecutivos de Citgo, con sede en Houston y filial de la petrolera estatal venezolana, estaban detenidos en Venezuela desde 2017 y condenados a prisión por un plan que nunca fue ejecutado para refinanciar miles de millones en bonos de la petrolera. El gobierno de Estados Unidos ha presionado para su liberación.

Otros tres estadounidenses también están detenidos en Venezuela: dos exboinas verdes, Luke Denman y Airan Berry, quienes fueron arrestados por su participación en un confuso complot para derrocar a Maduro, y el exmarine estadounidense Matthew Heath, detenido por cargos de armas.

Gonzalo Himiob, abogado y vicepresidente director de Foro Penal, dijo en un comunicado que hay que celebrar el fin de una detención arbitraria, pero advirtió de las consecuencias que puede tener un acuerdo como el que llevó a la liberación de Cárdenas.

“La liberación de cualquier preso político, cuando surge de un acuerdo entre actores políticos, y no del respeto a la ley, confirma que desde el principio las razones de la detención no eran legales ni válidas, sino políticas y, en consecuencia, arbitrarias y contrarias a los derechos humanos”, dijo Himiob.

Las conversaciones del fin de semana se produjeron poco más de tres años después de que Estados Unidos rompiera relaciones con Maduro y reconociera al líder opositor Juan Guaidó como gobernante legítimo de Venezuela. Las conversaciones se produjeron después de meses de esfuerzos por parte de intermediarios -lobistas estadounidenses, diplomáticos noruegos y ejecutivos petroleros internacionales- que han estado presionando para que Biden revise la hasta ahora infructuosa campaña de “máxima presión” que heredó de su predecesor para derrocar a Maduro.

Pero el impulso para el acercamiento con Maduro, que ha sido sancionado y está imputado en Nueva York por cargos de narcotráfico, adquirió mayor urgencia tras la invasión de Rusia a Ucrania y las consiguientes sanciones de Estados Unidos. La crisis ucraniana promete reacomodar las alianzas mundiales y sumarse al aumento de los precios de la gasolina que impulsa la inflación, que ya se encuentra en su nivel más alto en las últimas cuatro décadas.

La semana pasada, importantes legisladores demócratas y republicanos empezaron a manifestar su apoyo a la prohibición de las importaciones de petróleo y gas natural de Rusia como siguiente paso para castigar al presidente ruso Vladimir Putin por la invasión.

Venezuela es el principal aliado de Putin en América Latina y uno de los principales exportadores de petróleo. Su reincorporación a los mercados energéticos de Estados Unidos podría mitigar las repercusiones en las gasolineras de un posible embargo petrolero a Rusia. Pero las discusiones en Caracas fueron rápidamente condenadas por senadores demócratas y republicanos.

El senador federal Bob Menéndez, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, dijo que los intentos de Biden por unir al mundo contra Putin “no deben ser socavados al apuntalar” a Maduro, cuyo gobierno es investigado por la Corte Penal Internacional por posibles crímenes de lesa humanidad cometidos contra manifestantes en 2017.

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Goodman informó en Miami y Tucker en Washington.

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