Fuga de un gas venenoso deja 17 muertos en Sudáfrica
JOHANNESBURGO (AP) — Al menos 17 personas, entre ellas tres niños, murieron debido a la fuga de un gas tóxico de cianuro que los mineros clandestinos utilizan para procesar oro, en un hacinado asentamiento de cabañas precarias, dijeron el miércoles la policía sudafricana y autoridades locales.
La fuga de lo que según las autoridades era gas nitrato tóxico se produjo el miércoles por la noche en el asentamiento informal de Boksburg, en las afueras de Johannesburgo.
Al menos 10 personas fueron hospitalizadas, entre ellas un bebé de dos meses, dos niños de cuatro años y uno de nueve, según Panyaza Lesufi, premier de la provincia de Gauteng, quien actualizó la información el jueves.
La policía dijo que los tres niños que perecieron tenían 1, 6 y 15 años. Dos personas fueron hospitalizadas para que las atendieran, según la policía.
La oficina del presidente Cyril Ramaphosa dijo en un comunicado que fue “una pérdida terrible y trágica de vidas inocentes”.
Varios cuerpos siguieron tendidos en el suelo, algunos cubiertos con sábanas o mantas, durante horas después de que se denunció la fuga alrededor de las 8 de la noche del miércoles, mientras los servicios de emergencias esperaban a que los investigadores y patólogos realizaran su tarea.
“No es una escena grata para nada… Es dolorosa, anímicamente desgastante y trágica”, dijo Lesufi tras recorrer el lugar, según diversos medios.
Un periodista de Associated Press vio a un forense cubrir el cuerpo de un bebé con una manta. Otro cuerpo, cubierto con una tela blanca bajo la cual asomaba un zapato, estaba dentro de la zona acordonada por la policía con cinta amarilla. Finalmente, se retiraron los cadáveres.
Boksburg es la ciudad donde 41 personas murieron después de que un camión que transportaba gas licuado de petróleo se atoró debajo de un puente y explotó en Nochebuena.
El vocero de los servicios de emergencia, William Ntladi, dijo que las muertes del miércoles se debieron a un gas de cianuro que escapó de un cilindro guardado en una cabaña. Dijo que el cilindro se vació por la fuga y que los equipos especiales recorrieron la zona hasta unos 100 metros (109 yardas) a la redonda del cilindro en busca de más víctimas.
Los investigadores recorrían las angostas callejuelas entre las cabañas en medio de la oscuridad por la falta de iluminación exterior, una situación común en los asentamientos informales de extrema pobreza dentro y alrededor de las ciudades en Sudáfrica. Seis vehículos policiales, un blindado y una ambulancia fueron colocados a la entrada del asentamiento Angelo.
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Imray informó desde Ciudad del Cabo, Sudáfrica.