Prestatarios revalúan sus presupuestos al reanudar los pagos de préstamos estudiantiles

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Prestatarios revalúan sus presupuestos al reanudar los pagos de préstamos estudiantiles
ARCHIVOS - Estudiantes de la Universidad de Harvard festejan su graduación, 25 de mayo de 2023, en Cambridge, Massachusetts, EEUU. En octubre se reanudan los pagos de cuotas de préstamos tras una pausa de tres años debido a la pandemia. (AP Photo/Steven Senne, File. )

NUEVA YORK (AP) — Millones de estadounidenses deben comenzar a pagar sus préstamos estudiantiles federales nuevamente en octubre, con pagos mensuales que promedian cientos de dólares. Para prepararse, los prestatarios recortan gastos, asumen trabajo adicional y buscan opciones para reducir sus pagos mensuales.

Megan McClelland, de 38 años, dijo que comenzó a solicitar turnos para octubre en una empresa de servicio de comidas y en una bodega para ayudar a complementar sus ingresos.

El trabajo principal de McClelland es como consejera en la secundaria Petaluma High School, en California. Durante los más de tres años que los pagos estuvieron suspendidos debido a la pandemia, liquidó el préstamo de su automóvil y pudo ahorrar por primera vez. Pagará los 235 dólares que gastaba en el pago de su automóvil a su préstamo estudiantil, pero eso aún le deja aproximadamente otros 270 dólares que tendrá que reasignar o ganar.

“Había sido un gran alivio en los últimos años, no tener esa carga financiera”, dijo. “En los próximos meses, buscaré cómo puedo reducir mi presupuesto. Probablemente, saldré menos a comer y buscaré más trabajos adicionales”.

Justin Cole, de 35 años, de Little Rock, Arkansas, dijo que no sabe cómo va a conseguir los 166 dólares mensuales que deberá pagar a partir de octubre. Ese es el pago estimado de sus aproximadamente 19.000 en préstamos para pagar la universidad hace más de 10 años.

“Ya estoy en una montaña de deudas, y aunque acabo de recibir un aumento en el trabajo, no entra en vigor hasta que tengamos todo el personal en mi clínica de medicina familiar”, dijo.

Cole trabaja en la recepción de un consultorio médico: registra pacientes, maneja los expedientes y gestiona el cobro de pagos. Parte de su otra deuda se debe a gastos médicos debidos a un accidente automovilístico al inicio de la pandemia.

“Si esos préstamos fueran condonados, finalmente podría trabajar para mejorar mi crédito y ahorrar dinero por primera vez”, dijo. “Si fueran condonados de la nada, estaría eufórico”.

En julio, la Corte Suprema rechazó un plan del gobierno del presidente Joe Biden para eliminar 400.000 millones de dólares en deuda de préstamos estudiantiles.

Por ahora, Cole ha solicitado ajustes a sus pagos con base tanto en el nuevo plan SAVE como en las opciones de pago anteriores basadas en los ingresos, que aparecen como en proceso y “en revisión” en su cuenta. El plan SAVE —acrónimo de “Ahorro para una Educación Valiosa”— permite a los prestatarios realizar pagos más bajos en función de un porcentaje de sus ingresos discrecionales.

Los principales gastos de su hogar son “el alquiler, los pagos del automóvil, los alimentos y los servicios públicos, los mismos que los de los demás”, dijo.

Aún no está claro cómo podría afectar a la economía el hecho de que millones de personas de repente tengan menos ingresos discrecionales.

En una conferencia telefónica sobre resultados el mes pasado, el director financiero de Target dijo que la reanudación de los pagos de préstamos estudiantiles “ejercerá una presión adicional sobre los presupuestos ya ajustados de decenas de millones de hogares”, un sentimiento del que se hicieron eco los jefes financieros de Best Buy y otras tiendas minoristas.

En la última encuesta sobre las condiciones económicas de la Reserva Federal, un analista de la industria restaurantera en Boston dijo que los trabajadores toman más horas y, por primera vez, la deuda de las tarjetas de crédito ha superado 1 billón de dólares. Según la oficina de crédito TransUnion, más de la mitad de los titulares de préstamos estudiantiles acumularon deudas en tarjetas de crédito durante la pandemia. Mientras tanto, el ahorro de los consumidores, que alcanzó su punto máximo en 2021, disminuye.

McClelland califica para la Condonación de Préstamos por Servicio Público como maestra de escuela pública, ya que habrá trabajado en el campo durante 10 años el próximo marzo. Está poniendo sus préstamos en orden para, espera, recibir esa cancelación el próximo año. El programa borra las deudas restantes de quienes tienen préstamos federales para estudiantes, trabajan en el servicio público y realizan pagos durante 10 años.

“Sólo me faltan seis pagos, pero sigue siendo estresante”, dijo. “Tengo que conseguir alrededor de 500 dólares mensuales a partir del próximo mes para realizar este pago que no había tenido que hacer en mucho tiempo”.

El programa de Condonación de Préstamos por Servicio Público es una de las varias vías de alivio que todavía están disponibles para muchas personas con deudas estudiantiles. Después de que la Corte Suprema anulara el plan original de Biden para perdonar los préstamos en julio, la Casa Blanca ha dicho que utilizará la Ley de Educación Superior para lograr la cancelación para más prestatarios. Actualmente, se encuentra en un proceso conocido como “elaboración de reglas negociadas” para determinar los detalles de ese plan.

Otras fuentes de alivio para los prestatarios incluyen: falsa certificación, defensa del prestatario, cierre de escuelas, bajas por incapacidad total/permanente y programas de pago alternativos como el pago con base en los ingresos.

McClelland, por su parte, dijo que ahora dedica mucho tiempo asesorando a estudiantes de secundaria sobre cómo evitar tomar préstamos pesados.

“Cuando era más joven no recibí orientación financiera ni de mis propios padres ni de la escuela”, dijo. “Ni siquiera comprendí el impacto a largo plazo”.

A pesar de trabajar mientras estaba en la escuela y desde entonces —con empleos adicionales en Starbucks, bodegas y restaurantes, además de la consejería—, McClelland todavía tiene un saldo de aproximadamente 38.000 dólares en deuda de sus préstamos originales de 10.000 dólares para sus estudios universitarios y 40.000 dólares para su maestría en consejería en la Universidad Sonoma State.

“Sabía que quería ir a la universidad y mis padres no tenían dinero”, dijo McClelland. “Le digo abiertamente a los chicos todo el tiempo: ‘Como alguien que estuvo en tu lugar alguna vez, te recomiendo mucho encontrar una forma de evitar pedir préstamos’. Cuando tienes 17 o 18 años, piensas: ‘Oh, claro: encontraré la manera’. Así que es frustrante seguir aún en esta situación financiera”.

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