Guyana y Venezuela acuerdan abstenerse de usar la fuerza, pero no resuelven disputa territorial

Guyana y Venezuela acuerdan abstenerse de usar la fuerza, pero no resuelven disputa territorial
Un niño conduce una motocicleta por delante de un mural con el mapa de Venezuela, que incluye el territorio de Esequibo, en el vecindario 23 de Enero de Caracas, Venezuela, el 11 de diciembre de 2023. (AP Foto/Matías Delacroix)

KINGSTOWN, San Vicente (AP) — Los presidentes de Guyana y Venezuela prometieron durante una tensa reunión el jueves que ninguno de los dos países se valdría de amenazas o del uso de la fuerza para resolver una disputa en torno a una vasta región fronteriza rica en petróleo y minerales que ha desatado preocupaciones en toda la región. Sin embargo, los gobernantes no llegaron a un acuerdo sobre cómo abordar el problema.

El desacuerdo quedará en manos de una comisión conjunta integrada por ministros de Asuntos Exteriores de ambas naciones y otros funcionarios, quienes tienen previsto elaborar un informe dentro de los próximos tres meses.

El presidente de Guyana, Irfaan Ali, y su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, acordaron reunirse nuevamente en Brasil en el transcurso de los próximos tres meses o en otro momento que se pacte, según una declaración de 11 puntos leída durante una conferencia de prensa en la que no se permitieron preguntas de los reporteros.

También acordaron que “se abstendrán, ya sea de palabra o de hecho, de intensificar cualquier conflicto”, decía la declaración.

Las tensiones en torno a la región fronteriza del Esequibo han generado preocupación de un conflicto militar, aunque muchos creen que es poco probable. Venezuela insiste en que la región fue parte de su territorio durante la Colonia española, y argumenta que el Acuerdo de Ginebra que firmaron Venezuela, Gran Bretaña y la entonces Guyana Británica en 1966 anula los límites trazados por árbitros internacionales en 1899.

La disputa, que se remonta a más de un siglo, se intensificó recientemente con el descubrimiento de petróleo en Guyana, y escaló aún más cuando Venezuela reportó que sus ciudadanos habían votado en un referendo celebrado el 3 de diciembre a favor de reclamar el Esequibo, que representa dos terceras partes del territorio de la nación vecina.

La prolongada reunión entre ambos mandatarios se celebró en el principal aeropuerto internacional de la isla caribeña de San Vicente y con la presencia de varios primeros ministros de la región.

La declaratoria destacó el impasse entre Ali y Maduro. El documento señaló que Guyana cree que la Corte Internacional de Justicia, en Holanda, debe ser la encargada de resolver la disputa, y que Venezuela no estaba de acuerdo con ello y no reconoce al tribunal o su jurisdicción en el asunto.

Ni Ali ni Maduro dieron declaraciones a la prensa después de su reunión.

Horas antes, el gobierno de Guyana había emitido un comunicado en el que señaló que el Esequibo “no está a discusión, negociación o deliberación”. Las declaraciones de Ali se mantuvieron en esa misma línea durante la conferencia de prensa que se llevó a cabo durante una pausa en las negociaciones.

“Todo esto le pertenece a Guyana”, comentó Ali, mientras señalaba un grueso brazalete de piel en su muñeca derecha que lleva grabada la silueta de su país. “Ninguna narrativa propagandística o decreto puede cambiar esto. Esto es Guyana”.

Ali destacó que si bien ambas naciones están comprometidas a mantener la paz en la región, Guyana “no es el agresor”.

“Guyana no busca una guerra, pero Guyana se reserva el derecho de trabajar con todos nuestros socios para garantizar la defensa de nuestro país”, subrayó.

A su regreso a Caracas a última hora de la noche, Maduro dijo que fue una "jornada fructífera, intensa, por momentos tensa, pero donde pudimos hablar con la verdad”.

Dejando de lado el lenguaje incendiario utilizado en las últimas semanas, el presidente venezolano dio las gracias a su homólogo guyanés por "su franqueza y por su disposición al diálogo, amplio, en todos los temas que pudimos abordar de manera directa”.

Ambos gobernantes habían estrechado la manos antes de iniciar el diálogo, ante el aplauso de otros dignatarios invitados.

“Ha valido la pena defender la verdad de Venezuela, levantar la bandera de la verdad, enarbolar nuestras razones históricas" y buscar con la diplomacia, “el camino del diálogo, del entendimiento, para canalizar esta controversia histórica por donde debe ser, por el camino del diálogo”, agregó Maduro.

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